por Elena Capote

Decididos por degustar un espectáculo más de los presentados por Teatralia 2019, conscientes de la calidad de los mismos, nos enfrascamos en esta aventura que, a priori, nos generaba algunas dudas… ¿un circo en un teatro?, ¿aportará algo nuevo? ¿o supondrá la mera exhibición de las técnicas circenses en un escenario diferente? Nuestras dudas pronto se resolverían.

Lo que más nos llamó la atención a la llegada al teatro fue la variedad de espectadores sentados en las butacas. Desde familias con niños pequeños hasta parejas de adultos maduros, pasando por grupos de jóvenes que habían preferido pasar un viernes en el teatro sobre otros planes en principio más tentativos para ellos. Eso, por un lado, nos dio buenas vibraciones, pero por otro, nos hizo dudar de que fuera demasiado para nuestro pequeño espectador de 6 años. Estos temores también se disiparon en cuanto se abrió el telón.

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Conservando la filosofía de un circo tradicional, la compañía ha sabido mostrar un espectáculo moderno, lleno de frescura y diversión en el que todas las técnicas circenses se fusionan y se muestran coherentemente gracias al hilo argumental que las acompaña. Un argumento con tintes urbanos, en el que el espectador se traslada a un pequeño barrio, un parque o una vieja fábrica, en la que varios amigos juegan, se divierten, experimentan. Todo ello con sólo unas grandes cajas de fondo y un cuidado sistema de luces que, además de aportar el colorido propio de un espectáculo circense, se entremezclan con la música en directo que acompaña las acciones de los actores, aportando dinamismo e inmediatez a las mismas.

Ludo Circus Show supone una exaltación al cuerpo como modo de comunicación, de expresión de emociones, donde los personajes van experimentando con las posibilidades de movimiento del mismo de forma desenfadada, rebelde…, rompiendo las reglas, divirtiéndose.

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Contorsionistas, malabaristas, equilibristas, bailarines, acróbatas, payasos… todos se dan cita en este espectáculo que también recuerda, en ocasiones, al cine mudo y a conocidas escenas de musicales tan queridos por los pequeños espectadores como Mery Poppins.

Un éxito para pasar una tarde divertida con nuestros pequeños y no tan pequeños espectadores.

Por Elena Capote

DATOS TÉCNICOS

AUTORÍA Y DIRECCIÓN: Antonio J. Gómez “El Gran Dimitri”
COREOGRAFÍA: Greta García Jonsson
INTÉRPRETES: Darío Dumont, Greta García Jonsson, Claudia Ortiz, Carmine Piccolo y Francisco Caravaca (Tresperté), Manuel Zamora (Manolo Carambolas) y Antonio J. Gómez (el Gran Dimitri)
DISEÑO Y REALIZACIÓN DE ESCENOGRAFÍA: Carlos Monzón
DISEÑO Y REALIZACIÓN DE VESTUARIO: Ellavled Alcano
CREACIÓN Y DIRECCIÓN MUSICAL: Morten Jespersen
DISEÑO DE ILUMINACIÓN: Carlos Álvarez-Ossorio
DISEÑO GRÁFICO: Alfonso Barragán
TÉCNICA DE SONIDO E ILUMINACIÓN: Almudena Oneto

Vista el 29 marzo de 2019

60 minutos

Teatro Auditorio Ciudad de Alcobendas. Alcobendas (Madrid)