Por Eva Llergo

Ensimismada es el resultado final de la 4ª edición del proyecto del CDN Nuevos Dramáticos coordinado por Lucía Miranda. Se trata de una iniciativa pedagógica que tiene como fin introducir en todas las disciplinas involucradas en un montaje teatral (dirección, interpretación, iluminación, vestuario, escenografía, audiovisuales, etc.) a niños y niñas de entre 8 y 10 años, familiares de los trabajadores del CDN pero también estudiantes de colegios cuyos profesores conecten con esta iniciativa.

Ayer asistimos a una de las primeras funciones de Ensimismada con texto y dirección de Alfredo Sanzol. Sanzol ha tomado el testigo a Jordi Casanovas y Dan Jemmet, responsables respectivamente de la dramaturgia y la dirección de Luna en Marte (1ª edición), José Troncoso, autor y director de Los columpios (2ª edición), y a María Goiricelaya que realizó idéntico trabajo con PLAY! (3ª edición).

Ensimismada, que tiene desde hace días agotadas las localidades de todas las funciones que hará hasta el día 20 de diciembre, cuenta la historia de dos hermanas, Ensi (Ensimismada) y Respon (Responsable) que no pasan su mejor momento. Respon está cansada de velar por su hermana pequeña y Ensi harta de sentirse siempre un estorbo. Para huir de esa desagradable sensación Ensi pasa demasiado tiempo en su propio mundo, aislada y ausente. Hasta que un día, de tanto ensimismarse, se queda atrapada en su propia mente; será Respon la que se aventure a entrar en ese territorio, hasta ese momento tan desconocido para ella, para traer a su hermana al mundo real.

La propuesta, como en otras ocasiones, mezcla el trabajo actoral de intérpretes profesionales con el de los niños y niñas participantes en el proyecto. En este caso, Cris Blanco y Camila Viyuela dando vida a las dos hermanas y Jimmy Castro, Lourdes García y Carmen Escudero a un nutrido grupo de personajes reales y pensipersonas (según la ficción de la obra, los seres que solo tienen vida en nuestras mentes).  Los niños desempeñan a veces personajes secundarios individuales (una de las madres reales de las hermanas o la réplica de las pensimadres), pero en la mayoría de las ocasiones forman parte de un coro que cumple diversas funciones dentro y fuera de la cabeza de Ensi.

La trama tiene aires a Alicia en el país de las maravillas pues su base son los encuentro de Respon con diversos personajes surrealistas dentro de la mente de su hermana, como parte de un itinerario de aprendizaje y acercamiento a esta; condición indispensable para poder liberarla de su propia mente y recuperarla para el mundo real. Todo cuajado de guiños al mundo de los niños: adivinanzas, juegos, lógica infantil, etc. La música de Fernando Velázquez también tiene una presencia constante y especial con algunos números musicales que, junto a sencillas pero simpáticas coreografías, son interpretados por los actores profesionales y coreados por los Nuevos Dramáticos. La escenografía de Blanca Añón, el empapelado general en rosa chicle (o, si el lector lo prefiere, “rosa cerebro”) de una estructura sencilla con varias puertas, gateras y agujeros en trampantojo permite la fluidez de entradas y salidas de los personajes. Y la iluminación de Sergio Torres y Pedro Yagüe, facilitan transitar de la dimensión real a la surrealista de manera orgánica. También es un acierto el vestuario de Vanessa Actif sobre todo para los niños (¡qué sueño infantil enfundarse en un traje de perrito caliente o de tortita!).

 El resultado es una propuesta simpática que, sin duda, ha conseguido entusiasmar a los Nuevos Dramáticos con los entresijos del mundo teatral. Como producto artístico, tal vez se pueda achacar un ritmo desigual y una trama que no acaba de fluir del todo. Señalar esto sería una impropiedad en cualquier muestra de taller de teatro donde se ha intentado dar potestad y voz al alumnado, sabiendo que, en todo recorrido de estas características, prima más el proceso que el resultado. Sin embargo, en esta ocasión nos llama la atención por el soporte profesional que lo auspicia y la cantidad de medios que se han dedicado a ella. Desconocemos los detalles de las sesiones que han dado como resultado Ensimismada y el grado de participación de los Nuevos Dramáticos, pero quizás, en este caso, un mayor protagonismo efectivo de los niños en escena y en el proceso de creación en su conjunto, habría dado unos resultados más acordes a la identidad del proyecto y, por lo tanto, más pedagógicos.

Nos rondan la cabeza unas preguntas: ¿sería más adecuado para próximas ediciones realizar el encargo a dramaturgos y directores con amplia experiencia en el teatro infantil? ¿O parte de esta propuesta tiene como fin iniciar en el teatro infantil a profesionales de las artes escénicas que nunca hayan participado en creaciones para estas edades, como confirma el propio Sanzol que le sucede en su caso en su texto introductorio a Ensimismada? Es cierto, que esto último sería muy loable y necesario, pues las creaciones para la infancia aún luchan por que se las tenga en la misma consideración que las destinadas a público adulto. Pero no es menos cierto que existen grandes profesionales de la dramaturgia y la dirección del teatro infantil que estarían encantados de participar en un proyecto así y que lo nutrirían aún más con su experiencia.

Sorprende sobre manera que, siento una obra representada por un grupo infantil, el patio de butacas estuviera ayer lleno de adultos, curiosamente muchos de ellos profesionales de las artes escénicas. Apenas una decena de pequeños espectadores, salpicaban los asientos y muchos de ellos rozaban o estaban de lleno más bien en la adolescencia. Quizás fue una excepción en el pase de ayer, pero sorprende que en su cuarta edición Nuevos Dramáticos no haya conseguido colarse entre las familias como sí sucede con el ciclo Titerescena también del CDN.

Estos pensamientos y sensaciones nos llevaron ayer a otro interrogante. En nuestra experiencia estas tendencias podría acabar haciendo que Nuevos Dramáticos cayera en  un “todo por los niños”… pero sin los niños…  Ojalá no, porque estos proyectos y el apoyo institucional que llevan por detrás son fuertemente necesarios para dignificar las artes escénicas de y para la infancia.

Por Eva Llergo

 

DATOS TÉCNICOS:

Vista el 30 de noviembre de 2024 en Teatro Valle Inclán (Sala Francico Nieva)

Texto y dirección

Alfredo Sanzol

 

Reparto

Cris Blanco, Jimmy Castro, Carmen Escudero, Lourdes García, Camila Viyuela y los Nuevos Dramáticos (Aarón Arrazola Quispe, Abraham Arrazola Quispe, Gloria Bakare, Camila de Biasi Novoa, Marc Flix Sarasola, Angélica Hervella Guevara, Nicolás de Marcos Guisado, Denis Mitican, Daniela Molano, Gilda Polo Camacho, Viena Polo Camacho, Sofía Margarita Providel Bahamondes, Sofía Robles Blasnueva, Carlota Rodríguez García, Lola Rodríguez Pérez, Noa di Roma Barreto, Alma Salmerón Alcalá, Zoé Sánchez Almeida, Salomé Sánchez Moreno, Clara-Dorotea Sánchez-Cabezudo Lunden, Vera Silvestre Presa, Carlota Solana Hernández, Eloy Stingo Laiz y Guillermo Yagüe Noya)

 

Escenografía

Blanca Añón

 

Iluminación

Sergio Torres y Pedro Yagüe

 

Vestuario

Vanessa Actif

 

Música

Fernando Velázquez

 

Sonido

Pilar Calvo y Sandra Vicente

 

Movimiento

Amaya Galeote

 

Ayudante de dirección

Eva Carrera

 

Ayudante de escenografía y vestuario

Tania Tajadura

 

Ayudante de producción (Nuevos Dramáticos)

Laura Iglesias

 

Coordinación pedagógica

Lucía Miranda

 

Arteducador

Nacho Bilbao

 

Producción

Centro Dramático Nacional

 

Duración: 80 minutos

 

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