Por Bruno García Tardón

Tengo una tentación; la de escribir sobre mis emociones y sentimientos al volver a un teatro después de tantos meses. Y más cuando, además, he tenido la oportunidad de hacerlo en familia, con mis tres pequeños espectadores que, también hay que decirlo, complica un poco la logística de encontrar el espacio adecuado en el anfiteatro con tantas butacas bloqueadas por seguridad. Sí, por seguridad. Porque también hay que decirlo y permítanme la licencia: #laculturaessegura.

Pero la tentación sobre la que hoy tengo que hablar es divina… Sí, Tentación Divina de Maiclown, en la que Maité Esteban es la protagonista absoluta (y única) sobre el escenario. Lógica, bonita, apasionante, emocionante o desternillante serían cualidades que describen esta producción. Lógica porque cada una de sus fases están perfectamente diseñadas para entender la obra como un todo y no como una secuencia de acciones que, por sí solas, también tendrían cabida en un escenario. Bonita porque la escenografía era tan sencilla como cuidada. Apasionante. Claramente in crescendo según avanzaban las manecillas del reloj, hasta un total aproximado de 50 minutos. Emocionante. Acrobacias aéreas como colofón que, si bien se sospechan por el montaje, no dejan de ser una sorpresa y conseguir que los pequeños espectadores (y los grandes) nos emocionásemos en un final tan sorprendente como vivo.

Desternillante. Porque nos reímos, sí, ¡y mucho! Y si una sonrisa siempre es bienvenida, en los tiempos que corren, todavía más.

Todo lo anterior aderezado con la participación del público, que reforzó las cualidades de la solitaria clown protagonista. Francamente, tuvo la lucidez de saber aprovechar las ganas y avidez que, todos y todas, tenemos por las artes escénicas. Es difícil con tantas butacas bloqueadas saber el aforo real del auditorio Pilar Bardem, en Rivas Vaciamadrid, pero tres cuartas partes del papel estaban vendidas. Y también hay que destacar los precios populares (incluyendo que los bebés no pagan –esto no pasa en todos los teatros…–), las facilidades e interés por accesos y salidas escalonadas y ordenadas, así como todas las medidas de seguridad e higiene que acompañaron la apertura de puertas.

La protagonista afirmó que actuar en casa valía “doble”, al ser ella residente en Rivas, pero nada más lejos de la realidad. Valía doble el espectáculo. Y ella, como protagonista, tuvo un valor incalculable.

¡Bravo!

Por Bruno García Tardón

DATOS TÉCNICOS

Compañía: Maiclown

Reparto: Maité Esteban

Duración: 50 minutos.

Lugar: Auditorio Pilar Bardem. Calle de la Fundición s/n, Rivas-Vaciamadrid.