Por Fernando Solís

Shakespeare es, probablemente, el autor clásico más representado. Tanto en obras dirigidas al público adulto, como en obras para la infancia y la juventud, este autor ha sido versionado, adaptado e interpretado de tantas maneras como podamos imaginar. Y si tuviésemos que elegir, dentro de su vasta obra, un título que se llevase la palma por ser el más  conocido por todo tipo de públicos y edades, podríamos pensar, sin miedo a equivocarnos, en Romeo y Julieta. Por otro lado, si resulta realmente complicado adaptar un clásico del siglo XVI a la actualidad, aún más complicado se torna el asunto si esa adaptación está destinada a un público adolescente.

Así pues, elegir este título para volver a llevarlo a escena y pretender que la obra sea diferente, original, entretenida y que atrape a las personas más jóvenes de la sala, es una temeridad y un “tirarse a la piscina” que no toda compañía podría realizar sin miedo a equivocarse.

Sin embargo, la compañía Ultramarinos de Lucas, no en vano Premio Nacional de las Artes Escénicas para la Infancia y la Juventud, consigue crear una obra diferente, entretenida y que respeta la verdadera esencia del título original. Con una puesta en escena sencilla y con unos cuantos elementos (pero un sinfín de recursos teatrales), casi como una labor de orfebrería, y con el oficio de un artesano, Ultramarinos de Lucas construye, junto con el público, todos los espacios y situaciones que suceden en la Verona del siglo XVI de Romeo y Julieta, donde el único actor en escena nos coge de la mano y nos guía por la historia interpretando a todos los personajes de la obra. Y cuando digo que nos coge de la mano lo digo porque nunca pensé que se pudiese hacer de las manos un elemento simbólico tan fundamental de una pieza.

Romeo

Ultramarinos de Lucas salva el obstáculo de ofrecer a un público (acostumbrado al audiovisual, con móvil en mano, en plena era del titular y de los 140 caracteres) un texto que queda lejano en el tiempo. En esa lejanía la compañía nos tiende un puente y nos acerca una adaptación del texto que cuenta, de una manera accesible y sencilla, La más excelente y lamentable tragedia de Romeo y Julieta. Pero es tal la filigrana que realizan los creadores de esta versión, que incluso respeta partes originales del texto que el actor recita en inglés y que, de alguna manera que no sé explicar, se encuentran perfectamente introducidas en la historia sin despistarnos del desarrollo de los acontecimientos. De hecho, mantienen el título  de la obra en el idioma original: Romeo & Juliet, porque Romeo, en inglés, rima con woe, que significa pena, y Juliet, rima con Capulet, su apellido.  Esto es una genialidad que sortea uno de los grandes obstáculos de la traducción, con la que inevitablemente, por muy bien que traduzcamos el texto original, vamos a perder ese ritmo y esa musicalidad tan representativos de la obra de Shakespeare. Pero no piensen que la obra es petulante y que está llena de, como se dice ahora, postureo. En absoluto. El por qué se mantienen partes en inglés lo explica el actor durante la obra con una honestidad y una sencillez que abruma. Esto es lo que hace brillante la propuesta de Ultramarinos de Lucas: partiendo de una sencilla y austera puesta en escena consiguen, a través de pequeños detalles, llegar a lo más hondo de la obra.

Romeo 2

Y si la propuesta es inteligente y cuidada, el actor que la interpreta es excepcional. Jorge Padín ofrece una interpretación delicada y enérgica en la que mantiene atrapado al público, que asiste anonadado al ver cómo con un pequeño movimiento corporal o con un elemento de vestuario (un sombrero o una una manga), pasa de ser un personaje a ser otro. En ocasiones, observar cómo los objetos iban apareciendo en su mano de una manera sutil, hacía que pareciese que estábamos viendo magia, pero no me mal interpreten, no lo hacía con la ostentación de un mago que pretende hacer de su truco un espectáculo en sí mismo, sino con la poesía y la delicadeza de un actor con el suficiente oficio como para hacer que lo único importante sea la historia que nos cuenta. Un actor que se entrega en cuerpo y alma, en cuerpo porque con el cuerpo interpreta al menos 7 personajes diferentes, y en alma porque es capaz de transitar por tantas emociones que conmueve al más insensible de la sala.

El público con el que compartí la representación era un instituto compuesto por adolescentes de unos 15 años de edad y el profesorado del centro.  Absolutamente todas las personas que vimos la obra no perdimos detalle durante el poco más de una hora que duró el espectáculo. Y es que “Shakespeare era de pueblo y sabía muy bien cómo entretener a la gente” y Ultramarinos de Lucas, que no sé si serán de pueblo, supieron muy bien cómo mantener esa intención. Las intrigas, las peleas, los chistes verdes… todo lo necesario para enganchar al público estaba ahí, en el escenario. Por supuesto, tras una hora de contención, se pueden imaginar que el aplauso final estalló desde lo más profundo de las tripas, porque si algo caracterizaba al público que allí se encontraba era la sinceridad con la que expresaban lo que sentían.

Antes de comenzar la función, el director de la obra, Juan Berzal, apeló a la imaginación e inteligencia del público para conseguir que la obra se llevase a cabo con éxito. Sin duda, la genialidad de Ultramarinos de Lucas, supo rebuscar en la imaginación de los chavales y chavalas que pusieron toda su inteligencia al servicio de la obra. Les aseguro que no hubo metáfora, ni elemento simbólico que quedase sin ser imaginado ni entendido. Una labor que solo se consigue con la maestría de los que llevan muchos años haciendo teatro.

Por Fernando Solís

DATOS TÉCNICOS

Dirección: Juan Berzal

Ayudante de dirección: Marta Hurtado

Producción: Juam Monedero

Ayudante de producción: Beatriz Barrios

Intérprete: Jorge Padín

Música original: José Pipió, Elena Aranoa

Vestuario: Marín Nalda

Iluminación: Juan Berzal

Escenografía: Juam Monedero

Fotografía y vídeo: Raquel Fernández, David Ruiz

Diseño gráfico: Borja Ramos

Adaptación y traducción: Ultramarinos de Lucas

 

Fechas y horarios: http://www.ultramarinosdelucas.com/agenda.php

Duración: 75 minutos.