Por Eva Llergo

De repente se escucha una música… y un cortejo multiforme de zancudos, enmascarados, saltimbanquis y, claro, a la vez músicos surgen como por arte de magia en la madrileña plaza de Lavapiés tirando de su carro. ¿Por qué no pasará esto más a menudo? Una siente bullir la energía nada más verlos.

Lo cierto, es que nos hubiera gustado dejarnos sorprender. Igual que hace 500 años cuando una compañía de comediantes aterrizada con su carromato a las afueras de un pueblo y anunciaba que aquella noche «habría comedia» en la plaza. Pero sabíamos que la compañía italiana Teatro del Drago estaría ayer asaltando las calles de Madrid con  La gran parata di Zan Ganassa dentro de programa de Titeresescena. Pero la falta de sorpresa inicial no fue óbice para un gran margen de sorpresa en el desarrollo del pasacalles.

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Allí estaban todos los grandes conocidos de la commedia dell’arte provocando una especie de viaje en el tiempo (y en el espacio) a la Italia del siglo XVI: Arlecchino con su traje de colores, el dottor Balanzone con su gran barrigón, el Capitán Fracassa encaramado a su caballo (y a sus zancos), el roñoso y cascarrabías Pantalone, el ingenioso Brighella y, como no, el pícaro italiano Zanni. Todos en armonía y de buen humor (sin ninguno de los cachiporrazos típicos del desarrollo teatral de sus personajes) por arte e intervención de la música.

También el público infantil y adultos (primero casual y tímido, después fiel y entregado) se dejó contagiar por la energía de la compañía italiana durante los 40 minutos de música, improvisaciones, acrobacias, títeres y, en resumen, fiesta (incluso hubo confeti, sí).

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Los pequeños espectadores de 3, 5 y 8 años sabían lo que iban a ver. Se les puso en «antecedentes históricos» y eso de que iban a asistir «un espectáculo que tenía más de 500 años» les debió de generar más sorpresa y expectación cuando descubrieron que el show no era de polvo y telarañas (aunque sí hubo algún fantasma…). Aquello era más gamberro, colorista y políticamente incorrecto (la presentación del caballo Tormenta del Capitán Fracassa… en el minuto 1,  ya se los había ganado) de lo que probablemente nunca habían visto.

La idea de que algo siga funcionando tan magníficamente bien después de cientos de años nos conecta de algún modo con nuestros ancestros Nos da la idea de que aunque ahora el espectáculo se haga frente a las puertas del Centro Dramático Nacional y no en la polvorienta plaza del pueblo los asistentes somos los mismos. Aunque a nosotros nos dé más vergüenza salir a bailar. Aunque ayer, créanme, no fue así. Esa es la magia del teatro.

Eva Llergo

DATOS TÉCNICOS

La Gran Parata di Zan Ganassa de Teatro del Drago Famiglia d’Arte Monticelli (Italia)

Entrada al Teatro Valle-Inclán, Centro Dramático Nacional

C/ Valencia, 1 (Plaza de Lavapiés)

11 y 12 de junio, a las 11h y a las 18h

Espectáculo gratuito