Por Eva Llergo

La música también es un arte escénica; sí. Y un concierto puede contar una historia. Como el que esta mañana nos han regalado Beat Beat Yeah, según dicen, una de las mejores banda tributo de los Beatles. Y si no que se lo pregunten a la narradora Ana Cristina Lluch de Titiricuento que hoy ha sido su maestra de ceremonias.

Ana nos ha recordado a los más mayores (y contado quizás por primera vez a los más pequeños) la historia de The Beatles a través de las porock en familiartadas de sus discos. Ha sido una estupenda embajadora del grupo de Liverpool, vivaz y cercana, y su presencia ha transformado lo que habría podido ser solo un concierto (pero… ¡qué concierto!) en toda una experiencia. Hay que decir que los propios Beat Beat Yeah han puesto su granito de arena para que el concierto fuera inteligible para todos, contando anécdotas de The Beatles y manteniendo el pulso del público en todo momento. A los adultos no nos hacía mucha falta, aunque fuera de agradecer. La mayoría habíamos sido arrastrados por la nostalgia y el fervor por uno de los mejores grupos musicales de la historia. Supongo que con su buen hacer musical nos habría bastado; con eso y con el hecho de que, al cerrar los ojos, parecía estar de veras escuchando en directo a los de Liverpool. Y eso, señores, es como ganarle un combate al tiempo o directamente saltarse sus leyes. Pero hay que decir, que el hilo anecdótico vertebrador, que comenzaba Ana Cristina Lluch y  del que tomaba el relevo durante el concierto los Beat Beat Yeah! es lo que hacia comprensible y cercana la música de The Beatles al público infantil (eso y que nos dejaran, e incluso invitaran, a gritar). Es una gozada, y todo un lujo, que haya cada vez más gente que se tome en serio a los niños (y a sus padres) y hagan espectáculos donde se conjuguen sus márgenes de intereses, se achiquen los espacios entre las edades y se consiga un lenguaje que conecte por igual con todos. A priori, a muchos les parecía imposible, pero hay mucha gente con imaginación y ganas que está demostrando cada día que no.

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Los pequeños espectadores han estado muy concentrados, pero todo ha cobrado sentido cuando Ana Cristina Lluch ha comenzado su invocación al baile (que no ha cesado en todo el espectáculo… ¡bendita energía contagiosa!). La que más ha disfrutado ha sido sin duda la pequeña espectadora de dos años y medio que no ha parado de bailar y, además, ya tiene canción favorita: Let it be. Su mamá, sin embargo se queda con el segundo bis: Hey Jude. Sentir la vibración del «Na, nananananá, nananá, hey Jude!» en directo y corearlo como un himno con el resto del público,  sencillamente no tiene precio.

Por Eva Llergo

DATOS TÉCNICOS

Rock en familia descubriendo a The Beatles

Beat Beat Yeah!

Teatro Rialto, C/ Gran Vía, 54

Domingo 14 de febrero a las 12h.

120 minutos.