Por Bruno García Tardón
¿Qué se puede decir de un espectáculo del que los pequeños espectadores salieron encantados? Intentaremos hacer un ejercicio de crítica desde la mirada cercana de los peques. Cercana porque, entre otras cosas, los más pequeños tuvieron sitio reservado en primerísima fila, un acierto y gran detalle de la organización, todo sea dicho. Y también porque, hay que decirlo y destacarlo, los artistas permanecieron en el majestuoso patio central del Palacio de Bracamonte (de la no menos entrañable y preciosa ciudad de Ávila) hasta que el lugar fue abandonado por el último espectador.
Antes de seguir, es importante destacar la organización del Festival Cir&Co Tuvimos oportunidad de disfrutarlo durante el sábado (si bien este tuvo lugar desde el martes 27 de agosto hasta el domingo 1 de septiembre), siendo la presente la séptima edición. En Ávila se pudo vivir y sentir el circo, la esencia del circo. Calles llenas de actividades y actuaciones gratuitas, montajes, de focos, de plataformas para acrobacias… ¡Y qué mejor que poder verlo desde la misma muralla! Es probable que el lector de esta reseña desee otras recomendaciones y valoraciones, pero cinco euros (tres y medio para los pequeños espectadores, siempre que no sean abulenses –que no tienen que pagar previa presentación de su DNI–) por subir al adarve y pasear por él, merecen la pena.
¡Ah, no quiero olvidarme! Después de cada espectáculo (todos ellos a precios más que razonables, algo que hace olvidarnos del IVA…), todas las personas nos íbamos con nuestra nariz roja (sí, de payaso) de regalo.
Volvamos a la reseña… Disfrutamos de malabares, humor y contorsionismo. Habilidades, todas ellas, muy bien valoradas por los pequeños espectadores, que salieron con entusiasmo de la actuación y que, en justicia, deben ser reconocidas a los dos artistas que proponen Freak Show, de la Compañía ‘Circo La Raspa’. Estas habilidades, propias sin duda de un espectáculo circense, estuvieron, sin embargo, y en algún momento (desde nuestra humilde opinión) carentes de intensidad y de ritmo.
Al principio de la representación se afirmó algo parecido a “gentes de Ávila (y de fuera de Ávila) que vienen a ver lo imposible”. Ciertamente, en algún momento se vivieron momentos imposibles, especialmente en toda la fase de contorsionismo, pero hubo que esperar más de veinticinco minutos para que lo “imposible” tuviera lugar en el escenario.
Antes de esos frenéticos, vibrantes (y finales) momentos, hubo una mezcla de humor y malabarismo que, en ocasiones, hubiera sido deseable que fuesen un poco más intensos. Especialmente el momento en el que se pidió la colaboración de una espectadora cuya función no resultó especialmente indispensable en el escenario.
Nuestras sensaciones, en esencia, agridulces. Los artistas pudieron, sin duda alguna, captar la atención de los pequeños espectadores, que salieron felices e ilusionados con lo visto. Algo que demostraron con las fotos que pudieron realizarse al finalizar el espectáculo, donde permanecieron para este fin, conversar y saludar al público asistente, algo que siempre agradeceré, como espectador, padre y amante de las artes escénicas.
Por Bruno García Tardón
DATOS TÉCNICOS
Ficha artística (obtenida de https://www.circolaraspa.com/espectaculos/freak-show/)
Compañía: Circo La Raspa.
Espectáculo: Freak Show.
Duración: 60 minutos.
Idea original y texto: Ricardo Ariño Mur y Román Bometón Tomás.
Dirección artística: Alfonso Palomares y Kike Lera.
Dirección escénica: Carles Monegal.
Escenografía y producción: Circo La Raspa.
Artistas: Ricardo Ariño Mur y Román Bometón Tomás.
Diseño gráfico: Dani Rojano.
Fotografía: Mai Ibargüen.
Vídeo: Teresa Magallón
Para todos los públicos
Vista el 31 de agosto en el Festival Cir&Co de Ávila.
Fotos obtenidas de https://www.circolaraspa.com/espectaculos/freak-show/
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