Por Lara Alonso Barba y Marta Larragueta
Años Luz es un montaje de la compañía Luz, micro y punto… que, como ellas mismas indican en su página web, ofrece teatro de sombras y mucho más. En la función que tuvimos la suerte de poder ver, lograron con gran maestría y mucho arte tener a los pequeños espectadores atentos durante 50 minutos casi sin moverse de sus butacas.
La obra que proponen es muy poética, tremendamente visual, con dos tramas narrativas que se van entrelazando: la de dos marionetas, encarnadas con gracia por las actrices, que van interactuando y crecen juntas; y la de una muñeca y un pajarillo, que vamos vislumbrando gracias a las proyecciones de luces y sombras. De todos modos, lo que más nos impactó no fue la trama, sino la atmósfera que las intérpretes creaban, la magia con la que lograban enganchar al público, la delicadeza con la que combinaban música e imágenes para tener en vilo a todo el auditorio.
El espectáculo comienza con una de las actrices en el escenario, tratando de componer y tocar una pieza musical, pero con claros problemas de inspiración. La pesadilla recurrente de cualquier artista, vaya. Prueba, prueba y sigue probando opciones y tras unos minutos de sketch cómico, parece que da con la solución. Gracias a ello, los espectadores pueden ver los instrumentos y escuchar una gran variedad de ellos (piano, acordeón, xilófono, flauta, etc.).
La música, tocada en directo, acompaña todas las escenas y va generando y modulando la acción. Acción que surge de los cuerpos y las manos de las otras dos actrices que forman la compañía y que hacen las delicias de los pequeños con sus juegos. Van alternando el teatro de sombras, utilizando una gran tela que crea un nuevo espacio en el fondo del escenario, tras la cual las actrices se esconden y ceden el protagonismo a sus siluetas.
De este modo, el proscenio queda libre para dos proyectores donde las intérpretes manejan con destreza escenarios de acetato y personajes móviles. Se sirven de ello para contar la historia, que aparece reflejada en la gran tela del fondo, con vivos colores que se entremezclan, van, vienen y captan todas las miradas sin excepción.
La escenografía es muy sencilla de tal forma que no quita protagonismo al foco de cada acto y los pequeños espectadores no se pierden en excesiva decoración. Si el objetivo de esta obra es lograr el placer sensorial del espectador, lo consiguen. Además, el corto tiempo que dura cada escena, los estímulos claros y definidos a los que hay que prestar atención y el lenguaje musical y corporal, facilitan la comprensión. Por todo esto es una obra inclusiva donde se brinda acceso a la información a todo tipo de espectador.
En definitiva, Años Luz es una obra tremendamente visual, donde las imágenes te envuelven y olvidas que estás en un teatro rodeado de gente; está acompañada por una música deliciosa e interpretada con mucho acierto por tres actrices que muestran y demuestran un grandísimo respeto por el público infantil. De hecho, a la salida esperan a sus espectadores para saludarles y hacerse fotos con ellos; las caras de los pequeños al verlas de cerca no tenían precio. No nos extraña lo más mínimo que la obra fuera merecedora del Premio FETEN 2017 a la Mejor Propuesta Plástica.
Por Lara Alonso Barba y Marta Larragueta
DATOS TÉCNICOS
Compañía: Luz, micro y punto
Autoras: Patricia Toral y Chantal Franco
Directoras: Chantal Franco y Patricia Toral
Intérpretes: Patricia Toral, Chantal Franco y Verónica R. Galán
Música creada e interpretada: Verónica R. Galán
Escenografía: Chantal Franco y Patricia Toral
Vestuario: Laïke y Luz, micro y punto
Iluminación: Luz, micro y punto
Teatro: Sala Cuarta Pared
Fecha: 21 de octubre, a las 17:30
Duración: 45 minutos
Edad: +de 6 años
Género: Sombras, títeres y objetos
Accesibilidad: Buena a la sala
Aparcamiento: difícil en la calle
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