Peter Pan de Complejo de Esquilo

Por Natasha Stefan García

Peter Pan de J. M. Barrie, es uno de esos pedacitos de la literatura juvenil que son tan cercanos a la propia humanidad que han pasado a formar parte del imaginario cultural de Occidente. En este sentido, la simbología de esta obra no solo cuenta con una gran significación en el estudio del desarrollo emocional infantil y juvenil, sino con una compleja semántica en el plano del estudio psicológico y onírico a nivel académico. Así, este clásico cuenta con múltiples reinterpretaciones literarias, muchas de ellas en el terreno dramático. 

En este caso, la propuesta teatral de Complejo de Esquilo respeta el texto original, pero también juega con él y lo moldea cuando lo necesita para configurar una divertida adaptación repleta de sorpresas, que permite a los más jóvenes conocer de forma dinámica y cercana los sucesos que transcurren en el País de Nunca Jamás. Además, aunque se trata de una obra destinada al público familiar, la adaptación elaborada por Helena López cuenta también con múltiples analogías destinadas a los adultos, que durante el espectáculo logran reconectar con el niño interior que llevan dentro y disfrutan de divertidas referencias de la mano de un capitán Garfio capaz de imitar a Al Pacino, mientras elucubra sus perversos planes para acabar con Peter Pan. 

En lo que respecta a la escenografía, esta recrea los distintos espacios de manera ecléctica y se transforma gracias a la interacción de los actores con los objetos que hay sobre el escenario, dando lugar, entre otras localizaciones, al dormitorio de los Darling, a la Roca Calavera o al mismísimo barco pirata del capitán Garfio. Del mismo modo, la iluminación, el sonido y la música también destacan, con canciones que se mimetizan con la acción escénica y una coreografía de luces marcada para dar vida a elementos fantásticos como Campanilla o la visión del espectador del viaje que Wendy y sus hermanos realizan por el cielo nocturno de Londres.

Por su parte, la interpretación de los actores conecta con el público y transmite la magia de Peter Pan con éxito. Además, la función cuenta con muchos momentos en los que se rompe la cuarta pared, haciendo que los niños (y adultos) que lo deseen puedan participar, hablar con sus personajes de cuento preferidos y formar parte activa de la historia en una atmósfera distendida, repleta de risas e integrada por completo en la trama fantástica que nos ocupa. 

Por último, merece la pena destacar y agradecer el papel que Teseo Teatro desempeña en la introducción de lo teatral en la vida de los más jóvenes gracias, entre otras iniciativas, a las adaptaciones que realizan de cuentos clásicos en el ámbito dramático. Obras que pueden disfrutar tanto las familias como los centros educativos durante la campaña escolar. El propósito es crear un lugar seguro para el teatro en nuestros corazones y para ello seguirán trabajando con fe, confianza y un poquito de polvo de hadas.

«La imaginación es la llave que abre la puerta a mundos infinitos»  (J.M. Barrie).

Por Natasha Stefan García