Por Diana Eguía Armenteros

Cassandra o el elogio del fracaso es una función excepcional y divertida para los adolescentes y sus familias. Una magnífica forma de disfrutar de una manera entretenida y cómica del teatro musical y la mitología. El primer logro de esta opereta bufa es tener como protagonista a Cassandra, uno de los pocos personajes mitológicos que dice «no» a una agresión sexual sin perder la vida ni convertirse en laurel. La sacerdotisa de Troya fue, sin embargo, maldecida por su agresor, Apolo, con la condena de no ser nunca creída en sus profecías. Al inicio de la trama, Cassandra reside en el Hades, soportando la pena de no haber sido escuchada por los troyanos cuando advirtió que el caballo de Ulises estaba lleno de griegos. Como muchas otras, es una mujer con acceso al conocimiento ignorada por su sociedad.

El elemento bufo del espectáculo no tarda en surgir, ya que la acción comienza en la Escuela de Musas, parodiando el género popular conocido como «teen film»: películas sobre ritos de paso adolescentes que se desarrollan en institutos o en los primeros años de universidad. Así, una musa punk, Patty, y una musa con rasgos de princesa Disney, Britney, deben realizar sus prácticas en el Inframundo, donde se encontrarán con una atormentada Cassandra. La furia de Cassandra es enorme. No solo sigue cargando con la maldición. Mientras que sus hermanos habitan los Campos Elíseos con el resto de los héroes de Troya, ella, la sacerdotisa que le dijo que “no” a Apolo, malvive en un lugar vulgar del Hades con todos sus talentos desaprovechados. Cassandra desea ser vista y creída. Anhela, finalmente, ser una voz tenida en cuenta por la “humanitas”.

Patty y Britney deciden ayudarla y, para ello, necesitarán burlar a un hilarante Caronte. Las musas pondrán a prueba su ingenio haciendo prevalecer su propio deseo sobre el apetito de los dioses. En este sentido, la obra también promete ser un referente para debates actuales sobre el consentimiento y la diversidad sexual. El espectador joven encontrará en Cassandra un buen ejemplo de resemantización de la cultura grecolatina, ya que este espectáculo utiliza la comedia de enredo para poner sobre la mesa reflexiones contemporáneas sobre el sustrato mitológico (autodefensa feminista, capacidad divina para la transición de género, libertad sexual, meritocracia, privilegios sociales, etc.).

Sin duda un motivo poderoso para ver la obra es el excelente trabajo de sus cuatro actores. Estos fabulosos intérpretes tocan música en directo y cantan haciendo gala de una envidiable vis cómica. Como no puede ser de otra manera en el espectáculo bufo, se apropian de melodías populares y mezclan ritmos contemporáneos, como el techno, con coros operísticos. Además de la música, el canto y la resemantización de la cultura clásica, otro aspecto notable de la obra es el diseño de vestuario y la escenografía. Tras tres islotes de vidrieras verdes que hacen las veces del río Aqueronte y las llamas del Hades, el atrezzo da protagonismo al vestuario de la obra, que merece mención aparte por su originalidad.

El pequeño espectador que quiera pasar un buen rato repensando la cultura clásica y acercarse al género bufo, la opereta y el teatro musical encontrará en Cassandra o el elogio del fracaso un espectáculo divertidísimo y muy recomendable. Las risas están más que garantizadas. Por el momento, solo se podrá ver el próximo sábado 27 de julio en El Escorial, en el Festival de Ópera de Cámara, y al día siguiente en el Festival de Mérida. Habrá que esperar a la temporada 2025-2026 para disfrutarlo programado en los teatros de Madrid. La obra es adecuada para adolescentes, teniendo en cuenta que se usa un lenguaje explícitamente sexual y malsonante, por lo que no se recomienda para menores de 14 años. Resulta de gran atractivo para acercarse a la mitología clásica de una forma cómica y refrescante en un panorama teatral donde, muy a menudo, el relato grecolatino para jóvenes se satura de elementos densos y preciosistas.  Es, en suma, una gran oportunidad para disfrutar de un espectáculo que conjuga el humor, la música, el pensamiento y un montaje sensacional.

 

Diana Eguía Armenteros

 

 

DATOS:

Vista el 20 de julio en el Teatro Carlos III de Aranjuez, en el Festival de Ópera de Cámara de la Comunidad de Madrid.

María Herrero e Iñigo Guardamino, libreto
María Herrero, dirección y música
Ana Barceló, ayudante de dirección

Reparto:
Cristina Bernal
Irene Maquieira
Amaranta Munana
Luis Maesso
Blanca Tamarit (swing de musas)

Pulpas Estudio, diseño de escenografía
Matias Zanotti, diseño de vestuario
Lola Barroso, diseño de iluminación
Lalo Gangulfo, sonorización

María Díaz, prensa
Ilu Ros, cartel
Javier Naval, fotos de escena y promocionales

Evaristo Sánchez, dirección de producción
Diego Rioja, ayudante de producción
Flexión Producciones, distribución

Flexión Producciones con la colaboración de Proyecto Barroco

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