Best of Aardman Shorts, de Mi Primer Festival de Cine 2023

Por Sara Barquilla Guerrero

Mi Primer Festival de Cine cumple su 16ª edición durante tres fines de semana de noviembre de 2023. En Mk2 Cine Paz, Cine Doré y Conde Duque tienen lugar varias actividades dirigidas al público entre 2 y 12 años, como son cine inédito, preestrenos, talleres, cine-conciertos y cinefórums. Se programan más de cien películas de distintas procedencias haciendo partícipe al público asistente con la votación al acabar cada proyección.

Hemos acudido el sábado 11 de noviembre a las 12.30 en el Mk2 Cine Paz, a la única sesión del festival que no proyecta cine inédito porque el objetivo es rendir un homenaje a los estudios Aardman con algunas obras muy significativas. Estos estudios tienen sede en Bristol (Reino Unido) y son muy reconocidos en la técnica stop motion, que consiste en la animación fotograma a fotograma, teniendo en cuenta que hacen falta 24 para constituir un segundo de grabación; una variable de stop motion es la claymation, que lleva a cabo esta técnica utilizando plastilina (‘clay’ significa plastilina en inglés), arcilla u otro material moldeable.

La serie de cortometrajes proyectados en la sesión Best of Aardman Shorts utilizan la técnica claymation y varios de ellos han sido nominados y premiados en los Oscars. En común tienen que predomina el cine mudo, lo que hace que sea muy accesible a todas las edades. Solo un corto posee voces pero aparecen subtituladas (complicando la lectura a las pequeñas espectadoras de la sala). Se trata de Comodidades de los animales, que presenta unas entrevistas ficticias a los animales de un zoológico quejándose de sus condiciones de vida como la falta de espacio, el tipo de comida que reciben o las condiciones meteorológicas. Personalmente, me ha parecido el mejor, pero quizá la lectura de este corto es demasiado compleja para el público infantil, que no capta del todo la ironía que subyace a los testimonios de los animales entrevistados. Esta creación de Nick Park se llevó el Oscar al mejor cortometraje de animación en 2003.

Por los aplausos al terminar los cortometrajes, los más aclamados han sido los tres que giraban en torno a las criaturas del universo de Morph. Morph y Chas son unos monigotes de plastilina, rojo y blanco respectivamente, cuyas “conversaciones” y aventuras resultan divertidas y entrañables. En Las épicas aventuras de Morph: El tamaño importa (Merlin Crossingham, 2020), descubrimos qué es realmente importante, nuestros amigos, aunque a veces discutamos y no nos entendamos. En Las épicas aventuras de Morph: Delilah, la temeraria (Merlin Crossingham, 2020), descubrimos que la práctica de ciertos deportes no es fácil, aunque Delilah parece no poner esfuerzo. Chas y Morph querrían imitarla, pero aprenden la necesidad de ser prudentes. El tercer corto con otras criaturas del mundo de Morph es Criaturas diminutas: Hojas de otoño (Luy Izzard, 2021). En esta ocasión, los monigotes que acompañan a Chas y Morph en sus travesuras se convierten en los protagonistas de las suyas y, a base de experimentar, descubren la diversión colectivamente. La ternura de este corto es inigualable.

Otra pieza muy aplaudida y reconocida por el público infantil ha sido La oveja Shaun: Cerditos voladores (Richard Webber, Christopher Sadler, 2010). Los personajes de esta saga aparecieron por primera vez en 1995 en un corto de Wallace y Gromit. Fue tal el éxito de la oveja Shaun que reapareció en un capítulo en 2002 y luego ya como protagonista a partir de 2007. En este corto los protagonistas son los cerdos, que se enfadan tanto con las ovejas como para organizar una batalla campal de lo más exquisita. El problema es que no han elegido un buen momento para enfrascarse en peleas porque precisamente un inspector visita la granja. Aunque el perro Bitzer se esfuerce para tapar el desaguisado, el desastre está servido. Un corto muy dinámico y divertido de tan solo 7 minutos, donde parece increíble que todo sea de plastilina.

Nina Simone: My baby just cares for me (Peter Lord, 1987) es un videoclip realmente delicioso, donde Nina Simone es una gata que, mientras actúa con su clásico My baby just cares for me, un admirador hace lo imposible por caer a sus pies. Y lo consigue. Este corto es un guiño al público adulto de la sala que disfruta con la voz de la Simone y la recreación en blanco y negro.

El corto más largo (11 minutos) es El cerdo de Wat (Peter Lord, 1996) y nos narra un cuento de veta tradicional: dos hermanos gemelos, hijos de la realeza, son separados al poco de nacer, así que sus vidas toman rumbos muy diferentes que les marcan en su forma de afrontar los problemas.

Y por último Adán (Peter Lord, 1991), una recreación de esta parte del Génesis: ¿qué hacía el hombre solo en la tierra? Ciertamente, aburrirse. Menos mal que Dios se dio cuenta de que necesitaba compañía. ¿Acertó?

En total, 60 minutos de emoción y regocijo no solo para el pequeño espectador, porque el humor, la ternura, los dilemas morales y el deseo de descubrir y disfrutar son para todas las edades. O al menos, debemos seguir alimentándolos.

Por Sara Barquilla Guerrero