El Teatro Español y Naves del Teatro Español en Matadero presentan la temporada 2023/24

Por Natasha Stefan García

Bajo el lema Lo natural es teatro, el equipo del Teatro Español y Naves del Teatro Español en Matadero ha presentado este 22 de julio la nueva programación de espectáculos para la temporada 23/24 en la sala principal del Teatro Español, que celebra 440 años de historia viva.

Este encuentro ha sido conducido por la directora artística de ambos espacios, Natalia Menéndez, que ha explicado las principales producciones que podrán disfrutarse en las distintas salas. Lo ha hecho acompañada de la delegada del Área de Cultura, Turismo y Deporte del Ayuntamiento de Madrid, Marta Rivera de la Cruz, y de la compañía Livianas Provincianas, conformada por Paloma García-Consuegra e Irene Doher. De este modo, lejos de tratarse de un acto convencional, este se ha enmarcado en un contexto performativo, acorde al espacio. Así, los números musicales y cómicos de Livianas Provincianas lograron dinamitar la sala en continuas carcajadas y la reflexiva prosa de Menéndez, que en ocasiones parecía transitar a lo poético, permitieron construir una reflexión crítica.

En este sentido, a lo largo de la presentación se ha hecho especial hincapié en los distintos formatos, salas, colaboraciones, dramaturgias, compañías y temáticas que enmarcarán a las nuevas historias sobre los escenarios. En lo que respecta a las problemáticas subyacentes, Menéndez ha destacado, entre otras, la importancia de las emociones, de la relación humana con la tierra, de las migraciones, las clases sociales y de los viajes intrapersonales. No obstante, los jóvenes conforman una temática que cuenta con una representación y un enfoque propios dentro de los espectáculos dirigidos al público adulto, donde resaltan con fuerza propuestas dramáticas que tratan la construcción de la identidad, como es el caso de Run baby run, escrita por Fátima Delgado y dirigida por Jana Pacheco; las historias generacionales con Camino largo de vuelta a casa, escrita y dirigida por Íñigo Guardamino, y las relaciones de poder abusivas entre adultos y adolescentes a través de Asesinato y adolescencia, con la dramaturgia de Alberto San Juan y la dirección de Andrés Lima.

Público familiar

Por su parte, el público familiar, que se enmarca entre 0 y 100 años, también cuenta con una dimensión concreta gracias a obras que, en palabras de Menéndez, “se remiten más a los agujeros del saber que al saber mismo”. En este contexto, destacan propuestas como Marceline de La petita malumaluga, que nos invita a descubrir la figura de Marceline Orbés (artista aragonés que sentó las líneas del lenguaje del clown moderno y fue modelo de artistas de la talla de Charles Chaplin o Buster Keaton); Madre tierra, un espectáculo que combina actores y títeres, creado especialmente para niños y presentado por la compañía del Princep Totilau; Filar, una mezcla de danza, marionetas y videomapping, presentada por Antonella D’Ascenzi; Pepito, una conmovedora historia pensada tanto para niños como para abuelos, de la compañía Ireala Teatro y la versión libre de la novela de Michael Ende, Momo, a cargo de la compañía de teatro Anna Roca. Una programación que ya puede consultarse al completo y con gran detalle en el dossier oficial de la temporada.

Programas especializados en audiencia infantil y juvenil

Infancia y familia: El Proyecto Vividero, que se distingue por su oferta de espectáculos y su enfoque vivencial, continúa un año más. Este combina actividades pedagógicas, talleres y charlas, entre otras propuestas. Diseñado para un público de todas las edades, ofrece una experiencia teatral enriquecedora y participativa.

Jóvenes y adolescentes: Con base en la apertura de ensayos generales, exposiciones y diálogos con los creadores, se colabora con instituciones educativas, como Institutos de Enseñanza Secundaria y escuelas de teatro. En este caso se busca acercar el arte teatral a jóvenes y adolescentes, para que se involucren directamente con la experiencia teatral, nutriéndose de nuevas perspectivas y enriqueciendo su relación con la disciplina.

Transversales: Encuentros con el público, visitas guiadas, funciones accesibles y píldoras técnicas, que ofrecen la oportunidad a todas aquellas personas interesadas, de disfrutar de forma gratuita de vídeos de diversas representaciones llevadas a cabo por expertos teatrales. Estas iniciativas resaltan la importancia del trabajo manual en la sección «el valor de la mano» en los teatros. Se trata de una propuesta que permite un acercamiento directo tanto al ámbito escenográfico como a las infraestructuras que albergan la actividad escénica.

Actividades formativas para adolescentes

Por su parte, en el ámbito formativo y tras el éxito de su primera edición, el Teatro Español vuelve a presentar en la Temporada 23/24 el proyecto itinerante de teatro inmersivo llamado «Aulas». Una propuesta, dirigida por Rubén Cano y concebida por Carlos Molinero, que tiene como objetivo acercar el teatro a las aulas y brindar a los estudiantes de entre 12 y 16 años, pertenecientes a centros educativos de Madrid, una experiencia única sobre la violencia en las aulas en general y sobre el acoso escolar y el ciberacoso en particular.

Exposición sobre el Teatro Español de Madrid

Por último, merece la pena destacar que Menéndez retoma el lema Lo natural es teatro para delimitar la esencia de esta nueva temporada, donde lo natural es encuentro y nace del antiguo y noble arte de contar historias. Un arte al que el Teatro Español lleva contribuyendo 440 años, siendo el teatro más antiguo de Europa con programación ininterrumpida. En conmemoración de este aniversario, también ha destacado en este encuentro su próxima exposición: un repaso por la historia del Teatro Español (1583-2023), comisariada por Eduardo Pérez-Rasilla y con dirección artística de la propia Natalia Menéndez.

De este modo, tal y como Menéndez narra durante la presentación, nos seguiremos juntando en un espacio transgresor, donde seremos testigos de sucesos sociopolíticos y culturales, que se constituyen en hechos irrepetibles, como un abrazo o un zarpazo. Es lo natural, porque está en nuestra naturaleza: somos puro teatro.

Por Natasha Stefan García