Por Marta Larragueta
Acercarse al Espacio abierto Quinta de los Molinos siempre vale la pena ya simplemente por el paseo tan estupendo que se da uno hasta llegar al edificio. Hoy, en concreto, me he podido deleitar con los colores del otoño que envuelven al paseante recién salido del metro y que te sacan una sonrisa de las que tanta falta hacen ahora.
Tras el deambular bucólico, nos esperaba la obra Piedra a piedra de L’Home Dibuixat venido desde la Comunidad Valenciana. Estaba programado como parte del IV Festival de Títeres y Objetos “Pendientes de un Hilo” organizado por La Tartana Teatro y que ha estado teniendo lugar entre el 26 de octubre y el 8 de noviembre. Muchas familias esperaban, con sus distancias tan reglamentarias y normalizadas en estos momentos, para entrar en la sala y la expectación era muy alta. Ha sido precioso ver a tantos pequeños espectadores con ganas de ir al teatro y a tantos grandes espectadores desafiando la lluvia y los temores para hacer verdadera militancia como han comentado en la presentación del espectáculo.
Piedra a piedra nos habla de un personaje que vive feliz en su rincón del mundo, rodeado de piedrecillas (y compuesto por ellas). Se pasa el día disfrutando de la pesca, investigando entre la arena, dando un paseo o echándose una buena siesta. Obviamente, ante tanta felicidad despreocupada hay un grupo de vecinos meticones que no están de acuerdo con semejante estilo de vida radical y hacen sentir al protagonista solo y apartado de los demás. Por suerte, logra encontrar mejores compañías al final del espectáculo y lo celebra por todo lo alto con luces y serpentinas.
Toda la obra la conduce un único intérprete que va montando y desmontando la escenografía para crear personajes casi de la nada. Hace magia con piedras de todas las formas y tamaños y logra arrancar varias expresiones de sorpresa al público gracias a su peripecia con las manos. Algunos ratos, hace de narrador para contar la historia del protagonista, y otros desaparece del foco de atención para manejar personillas, animales y objetos que forman parte de los pequeños episodios que conforman la historia.
Se trata de teatro de objetos, casi teatro de piedras, y resulta emocionante e interesante ver cómo se puede captar la atención de los pequeños espectadores con recursos aparentemente tan simples y, precisamente por eso, tan cargados de posibilidades narrativas. Especialmente bonito, además, ha vuelto a resultar el final, con un aplauso realmente agradecido tanto por parte del público como del actor en escena. Va a resultar que nos hace falta el teatro y la cultura mucho más de lo que nos damos cuenta.
Por Marta Larragueta
DATOS TÉCNICOS
Teatro de objetos a partir de 2 años
Actor / manipulador: Tian Gombau
Directora: Rosa Díaz
Música: Mariano Lozano-P
Escenografía y objetos: Isa Soto
Producción: Tian Gombau
Distribución: Mélanie Lefebvre
Espacio abierto Quinta de los molinos
7 de noviembre a las 12:30
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