Por Araceli Hernández

«¡Bienvenidos a la fiesta de la incertidumbre!»

Protagonistas adolescentes y una historia sobre las expectativas, las que ellos mismos tienen y las de sus padres, a menudo irreconciliables. ¿Cuántas series, relatos, cómics, películas y un largo etc. de formatos culturales muy variados hay sobre el peso de las expectativas de los padres en sus rebeldes e incomprendidos hijos adolescentes? A priori parece una historia ya muy vista, ¿cierto? ¡Nada más lejos de la realidad!

Para empezar, porque esta historia la protagonizan y construyen adolescentes reales que a partir de sus experiencias directas han creado una obra de teatro con formato documental basada «en las cosas que no solemos decir y que nos gustaría soltar» gracias al programa Mundo Quinta. Este programa da a adolescentes de entre 13 y 18 años, provenientes de diferentes institutos de Madrid, la oportunidad de montar una obra a partir de sus propias voces e intereses, proporcionándoles el espacio y el asesoramiento de expertos del mundo escénico que durante los meses de ensayo les han ido facilitado estrategias y herramientas mediante las cuáles han descubierto qué querían contarnos y cómo ponerlo sobre escena. Durante el encuentro posterior con el elenco y los codirectores y dramaturgos, Nacho Bilbao y Belén de Santiago, los jóvenes actores valoraron en especial precisamente esta ocasión para poder expresarse sin reservas encontrando la libertad creadora de la que surge #Niidea. Porque de eso trata #NiIdea, de poner en el mismo plano, por una vez, “su mundo” y el “mundo adulto”.

marcos G Punto/ Madrid Destino

Los adolescentes tienen su propio mundo aparte y eso está bien, si pudiéramos penetrar en él, ya no sería suyo. Pero, con esta lúcida obra, nos permiten internarnos por unos instantes en ese universo tan intenso y rabioso en el que habitan y ser conscientes de toda la fuerza y las posibilidades que posee.   Ya lo decía Albert Camus: «Los deseos de la juventud son violentos y breves» en referencia a ese momento efímero y pasajero de absoluta vehemencia. Porque, admitámoslo, la entrada en la edad adulta nos aporta cosas positivas, pero también nos vuelve más cínicos y descreídos. Nunca más, como en la adolescencia, volveremos a vivir la vida con esa intensidad y esa fogosidad. Nuestras ideas y nuestras esperanzas no tendrán la misma fuerza, ni volveremos a vivir las emociones con la misma exaltación. 

En #Niidea nos permiten, como decíamos, asomarnos un rato a sus cabezas y escuchar lo que tienen que decirnos sin tapujos, fuera de todo prejuicio y bien lejos de esa vana seguridad a la que nos aferramos como adultos. Porque «la vida va sola». Ellos lo saben, no tiene sentido programar un futuro lleno de incertidumbres y abandonar esos ardientes y fieros sueños que ahora les colman hipotecándolos a un incierto futuro más benigno y prometedor, puesto que lo único que podemos augurar con certeza es que el futuro «va a ser agotador».

marcos G Punto/ Madrid Destino

Pero el objetivo del Mundo Quinta no es sólo proporcionar un altavoz a estos jóvenes artistas. El objetivo, como remarcó Nacho Bilbao, es crear «un teatro de calidad». Acorde con este principio, en #Niidea asistimos a un espectáculo original y heterogéneo que mezcla diferentes formatos entre los que se incluyen video-secuencias, coreografías y otros recursos que apelan directamente a nuestro imaginario común (como el “sorteo” de personalidades para ir dando el turno de palabra a todos los personajes) generando en seguida sensación de complicidad y apresando nuestra atención durante todo el tiempo que dura la obra. Dentro de este variado formato, respondiendo proactivamente a la situación provocada por la COVID19 que lógicamente impuso un parón en los encuentros físicos durante los meses de ensayo, se intercalan con la actuación en directo unos videos cortos. Recurso que nos recordó a la propuesta de la Joven Compañía de Teatro Clásico con su obra En otro reino extraño, también creada en tiempos de pandemia y en la que recurrían igualmente a este tipo de secuencias grabadas para conformar el espectáculo. En #Niidea, estos extractos, a priori más cercanos a las publicaciones en redes sociales de los ‘youtuber’ o ‘influencer’ que a una obra de teatro al uso, están cargados de hilaridad y los jóvenes intérpretes no dudan en aprovechar esta posibilidad tan viralizada de una forma sumamente cómica y maravillosamente autoconsciente, manifestándonos como no sólo conocen y manejan el mundo que les rodea si no también la imagen que proyectan.

Y para continuar, porque no sólo nos presentan sus propias voces, demostrando una conciencia despierta, atenta, y muy consciente de lo que sucede a su alrededor. A través de una actuación coral espléndida, que nada tiene que envidiar a las producciones con profesionales, también dan voz a los adultos. Y todo ello sin exageraciones, ironías ni melodramatismo, desde un punto de vista honesto, empático y con muchísimo humor (absolutamente desternillante y realmente genuino el momento en el que asumen el papel de un profesor de secundaria). En #Niidea se contrastan las expectativas de la infancia, las del presente y las que del futuro tienen los progenitores y adultos de su entorno, poniendo perspicazmente el acento en esa idea de cambio, en la evolución de los intereses y la maduración de los anhelos, reclamando un futuro abierto y no programado; en definitiva, un futuro propio.

marcos G Punto/ Madrid Destino

#Niidea trata sobre las expectativas sí, pero de paso, nos encara con unas ideas a menudo desconocidas o desdeñadas al pensar que son cuestiones pasajeras que ya se superarán con la edad. Sus jóvenes creadores nos exponen su realidad con profunda honestidad y con grandes dosis de humor, muchísimo humor, tan necesario en los tiempos que vivimos. Con apenas un par de elementos escénicos, utilizados de forma inteligente y dinámica, y con un diseño minimalista, funcional y de corte futurista, recrean multitud de contextos en los que los personajes se desdoblan continuamente y adquieren nuevas personalidades. El ritmo es tan trepidante, las situaciones sobre escena tan atrayentes, y el humor tan absolutamente desbordante, que llegó el final dejándonos con muchísimas ganas de más. Desde aquí queremos agradecer al Espacio Abierto la programación de estos espectáculos tan inusuales y excepcionales tanto en su forma como en su contenido, de una calidad verdaderamente apabullante, y que esperamos que sigan en marcha por mucho tiempo. Es un teatro que se disfruta y que te atrapa sin remedio.

#Niidea es un alegato sincero, alegre, sumamente cómico, realista, arriesgado y sobre todo esperanzador, porque este «es el momento de ser yo y eso nadie me lo va a quitar» y, como nos recuerdan en un soberbio uso de la ruptura de la cuarta pared como broche final (que nos devuelve además al uso catártico del teatro), también nosotros somos los actores de nuestro futuro. Es una obra que te hace pensar en tu vida y en las decisiones que nos han llevado al momento actual no desde un punto de vista desanimado o nostálgico, sino todo lo contrario, aceptándolo con humor y energía, porque, como nos repiten a lo largo de la obra «la vida va sola» y sólo podemos anticipar que nos espera un futuro emocionante.

Por Araceli Hernández

DATOS TÉCNICOS

Dramaturgia y dirección: Nacho Bilbao / Belén de Santiago junto al grupo de Mundo Quinta.

Coreografía: Ángel Perabá

Vestuario: Paz Yáñez

Audiovisuales: Alicia B. Fernández

Iluminación: Iván Martín

Técnico: David Arrabal

Imagen: Javier Burgos / Alicia B. Fernández

Ayudante de arte-educación: Anna Szepes

Ayudante de producción: Pia Beerman

Coordinación: Nacho Bilbao

Taller de Performance: Xirou Xiao 

Taller de Psicología: Jara Repiso