Por Lorena Cámara
Llego a casa con una enorme sonrisa por asistir a algo grande (es sábado y son las 21:00), es de esas cosas que no sabes cuándo pero vendrán a la mente y harán solas su magia. Aunque he tomado muchas notas, me gustaría vomitar las sensaciones que emite mi cuerpo al tener entre manos algo de verdad y que hasta ahora desconocía por completo: el títere como herramienta social. El títere llega a los niños mejor que ninguna otra herramienta porque está en el entre, no es yo, no es el otro, está justo en el medio y permite decir las cosas que no podemos decir de ninguna otra forma.
Según avanzaban los días, se ilumina mi alma al conocer el potencial de estos muñecos y su manera de conectar con los niños (son sus máximos aliados) como si completase el prisma del proceso educativo de calidad donde el docente pasa a ser un mero canal de transmisión dejando todo el protagonismo al niño. Como si imperase la necesidad del docente de reconectar con el niño que lleva dentro para facilitar procesos desde una perspectiva integral. El teatro sana, sana, como también el arte.
Vuelvo por tanto, nutrida, con ganas de coger el timón y luchar con fuerza, siento que somos muchos en el mismo barco y que no estamos solos contra los molinos, siento que todo esto merece la pena porque la educación es la palanca que queremos para procurar un mundo mejor y que serán los niños de hoy nada menos, los que van a cambiar el mundo y lo harán. Como también sé, que se necesita tiempo y perseverancia, y que no podemos tirar la toalla porque habrá muchas derrotas.
Me siento afortunada.
A las Jornadas, han asistido grandes personas y profesionales pero quien de verdad me ha tocado la fibra y me ha hecho vibrar con su fuerza y con la verdad como espoleta ha sido Chiqui González, ella es una maga de la palabra y se irá colando por los rincones como el viento.
Entonces, ¿por dónde empezar para abarcar algo tan grande y de tanto alcance? Para arrancar el JUEVES y el ámbito de la Salud, aunque no fue la primera conferencia, empezaré por la maravillosa imagen de los payasos en un hospital como acompañamiento de niños y niñas en momentos cruciales de dolor. Pepa Astillero, alma y fundadora de la Asociación Pupaclown-Payasos de Hospital, nos trajo la risa que contagia por los hospitales de Murcia. Estos payasos ofrecen microespectáculos a la carta para cada niño en cada habitación, la esperanza vestida de risa, les acompañan hasta el quirófano, están en procesos dolorosos y van a la sesiones médicas, también reciben informes semanales para realizar una labor de alta conciencia y disfrazados de risa. Desde la cercanía, Pepa nos habla desde la figura de la payasa (el payaso no tiene filtros, puede hablar de cualquier cosa y desdramatiza) y quita hierro al dolor vestido de bata blanca con chistes sobre máquinas de funciones vitales enmascaradas de pedos y olores. Nos ilustra con un sueño convertido en realidad en forma de teatro sólo para niños que está adaptado a todas las dificultades; “como somos artistas se nos ocurrió darle forma a los sueños” y así hicieron con la colaboración del Presidente de la Comunidad de Murcia: el Centro Escénico de Integración Social Infantil y Juvenil. Pupaclown nos enamoró, Pepa es actriz y tiene formación en psicología y antropología de la enfermedad.
Las Jornadas se organizaron en tres días: el jueves Ámbito de la Salud, viernes Ámbito Social y sábado Ámbito de la Educación. En los tres se mostró al títere como herramienta fundamental de comunicación con los niños; incluso en los contextos más duros y menos probables, ha conseguido siempre acercarse a ellos y arrancar una palabra de meses de silencio. La marioneta es un mediador entre mundos, nos muestra el camino entre yo y el otro. Cariad Astles lo asemeja a un lugar donde nos hemos convertido en otro yo, un lugar intermedio que nos impulsa a hacer un viaje simbólico y poderoso que se transforma en curativo; al fabricar una marioneta se juega con el alma. Astles cita a Simone Weill cuando dice “La alegría corresponde a un crecimiento del factor eternidad; el dolor, a un predominio del factor tiempo”.
Para desayunar, el jueves sale a escena la fabulosa Susan Linn; enseguida la acompaña Audrey Duck, su compañera de juego. Juntas, nos muestran un entorno seguro que ofrecer a los niños (es importante que sepan que tú estás detrás del títere, que te aproximes a ellos mediante el cuidado y el amor y de primeras con un argumento que ellos puedan ganar, que los trates con honestidad). Es en el juego y probablemente solo en este ámbito cuando somos capaces de ser nosotros mismos y la verdad se nos revela (Winicott). Los niños y niñas solo pueden jugar si están y se sienten a salvo. Los títeres son una paradoja entre lo real y lo irreal, una pantalla psicológica sobre la que decir cosas que no seríamos capaces de otra forma. Los títeres son una ventana a sus corazones y sus mentes y les ayudan a crear metáforas de la realidad que les rodea.
Le sigue Moreno Pigoni y el enfoque educativo Reggio Emilia en el departamento de Pediatría del Hospital Universitario de Módena. Ellos ponen en valor la capacidad de estos muñecos para abrir mundos y triangular la comunicación derribando barreras y miedos. El juego es el idioma del niño. Además, el títere mejora la creatividad y abre las puertas del cerebro al surrealismo; es la gimnasia entre la realidad y no realidad lo que configura la identidad del niño. Participa en los Talleres de Ocio Intergeneracional e Inclusivo «Por una casa para todos» de La Casa Encendida donde las ganas del grupo de compartir y enredarse con los demás son inmensas; en una clase abierta, el grupo construye sus propios muñecos donde la importancia reside en el proceso comunicativo que se genera en base al trabajo manipulativo y la proximidad en comunidad, el muñeco pasa a ser vehículo de información. La marioneta entra en comunicación privilegiada con la milenaria inteligencia de la mano.
Cerramos el jueves con puntos sobre las íes: “cuando el razonamiento no funciona, necesitamos la magia”.
La marioneta es un puente entre la imaginación y la realidad. No es algo nuevo que el arte cura a las personas, ya Aristóteles creía en su poder curativo, la enfermedad no es más que una fragmentación del alma y cuerpo. El juego creativo es una forma de decir la verdad. “Con el títere, estoy aquí para ti” Pepa Astillero
La mañana del VIERNES ha emocionado con elefantes que susurran y que se han colado por el resto de ponencias. Lamentablemente yo no he podido asistir hasta la tarde, se habla de belleza en mayúsculas y títeres que dan vida al elefante del cuento.
Con la creación personal del muñeco se activa la memoria. Andrea Markovits explica la potencia de la fisicalización del dolor en la construcción del muñeco en las víctimas de violencia política en «Teatro para muñecos: estéticas para la memoria y reparación”. El trabajo con las manos les hace recuperar la sonrisa por sus seres queridos y aunque nunca más reaparecerán, amasan sus creaciones y le dan forma. A veces los visten con telas de sus propios trajes guardados en los armarios desde hace años, otras incorporan recuerdos o buscan algo simbólico que les permita construir la figura y conectar con ella; los objetos ayudan a la memoria colectiva, son “anzuelos” para pescar la memoria. Primo Levi decía que no tenía miedo de volver a pasar por lo mismo sino de que no le creyeran.
No hay mejor reparación que la verdad y no hay futuro si no hay memoria: tenemos que hablar del dolor pues, permite la sanación. Gracias a los muñecos pasan de ser víctimas a supervivientes, los relatos de sus vidas se visibilizan en cuerpo de títere. El muñeco sensibiliza, el muñeco no habla, no da una interpretación, te conectas a él sin más.
Chiqui González cierra la sesión de hoy. Un huracán de elocuencia (desconocido para mí hasta ahora) pisa el escenario con velocidad y arborescencia supersónica y lo llena de verdades aplastantes. No da puntada sin hilo y acaricia las palabras, ata lo desatado, juega con las palabras y las encadena; me declaro su fan de ahora en adelante. Ella es maestra, ministra, filósofa, abogada, directora de teatro, actriz y consciente, mucho. Actualmente ocupa el cargo de Ministra de Innovación y Cultura del Gobierno de la Provincia de Santa Fe.
El entre nosotros está hecho polvo nos dice, como también el yo, y qué razón. Preocupada por la pobreza que define como la falta de símbolos de nuestras sociedades desarrolladas, considera el símbolo como la imagen más extraordinaria de la belleza. El desecho es el significado de esta época, tirar los objetos que compramos compulsivamente.
Debemos apostar por el Arte para el arte de vivir, no hay comunidad sin mezcla de edades, “La educación es aprender a unir con otros”. El origen es lo que queda, la huella, la sombra, el trozo del espejo despedazado.
En Rosario ha construido 12 parques infantiles con diferentes temáticas, son cuentos llevados a la materia; y entre ellos, se da forma al relato de los fueguitos de Galeano, ¿se puede ser más bello? Los parques no contienen juguetes, son juegos, son títeres. El refugio es un lugar para cuando todo esté roto y vos estés roto. Cuando lo nuevo y lo tradicional se fusionan, sucede la iluminación de las tinieblas.
Karmele Cruz, responsable de pedagogía del Centro Nacional del Títere de Guipúzcoa, estrena la mañana del SÁBADO y define salud como equilibrio. Es en la aceptación de la ambivalencia y la paradoja donde está la base de la inteligencia. El espacio de juego es aquel donde uno puede ensayar la vida, sin exigencias, y desarrollar la capacidad de simbolizar. El títere abre el camino de la identificación y la proyección.
El TOPIC de Guipúzcoa lleva a cabo una actividad multidisciplinar en donde se trabajan transversalmente otros temas; entre ellos nos muestra un maravilloso proyecto de reciclaje alrededor del que generan toda una narrativa para los niños mediante cartas y una muñeca estrella. Para asegurarse del compromiso de los docentes en los centros, ella recomienda preguntar quién va a asumir incluir en su clase el trabajo con las marionetas a nivel curricular y que no se quede en algo anecdótico que se pierde por el tiempo.
Y nos deja la frase: “nunca abras heridas que no puedas cerrar”.
Pam Acierto trae de vuelta a Barrio Sésamo (Sesame Street). Los puppets ayudan a subir las barreras y hay estudios que indican que ver el programa durante la infancia repercute en una mejora académica del 60% de mejora en la Universidad. Frente al contenido inmediato de los medios tecnológicos los títeres necesitan tiempo y un proceso lento de pensamiento. La ponencia de Pam nos lleva al debate la edad hasta la que los niños se interesan por estos muñecos en televisión y cómo funcionan para los adolescentes. Ella aconseja humor, ritmo y tiempos teatrales, y tratar a los niños como adultos.
Kathy Mullen habla de la potencia del mensaje a enviar en combinación con las costumbres locales y tradiciones. “Los niños te escuchan por la marioneta”, porque quieren escucharla hablar. Las marionetas llegan hasta donde nadie más llega, rompen los muros del dolor y de la culpabilidad hasta en los casos más duros de violencia, abusos, guerra, desastres naturales; y transforman el entorno del niño en uno seguro, es un paso atrás hacia la seguridad. El títere es un canal de comunicación seguro. El títere es universal, atemporal, simbólico y está lejos de la amenaza.
“Estamos acortando la infancia” (Enkarni Genua). Junto con las premisas de la conferencia anterior se retoma la problemática de los niños y el teatro: los niños van a ver obras que no son aún para ellos por elección de los padres y después dejan de ir muy pronto, enseguida les regalamos el “aparatito” de la distracción.
Nekane Garayalde retoma el TOPIC con un trabajo de aprendizaje y servicio en los colegios. Los alumnos adolescentes acuden a un centro de día de mayores para construir marionetas con ellos, escriben el guion y realizan juntos la obra; con los títeres las personas “se transforman”. Desde el proyecto se pide continuidad y reflexión, sin continuidad nada de esto tiene sentido, como ningún aprendizaje significativo se queda en la superficie.
Paco Aparicio irrumpe con su maleta cargada de marionetas sencillas. “El títere solo es por sí mismo educativo”. En un gesto enérgico y acompasado nos lleva de viaje por todo los títeres que han pasado por nuestra vida: empezamos por la mano “esta para mí”, el sonajero, los juegos con los dedos que pasan de una mano a otra, la estaca y la flor, el juego de los títeres de mano y nos acerca arquetipos como la bruja, el demonio o la muerte. “Los títeres son ideas que se mueren con las máscaras de la comedia del arte”. Los títeres trabajan la lateralidad, las manos, la disociación; los títeres abren camino, horizontes, son igualitarios. Paco nos indica la importancia del tono y el movimiento frente al texto, con el tono expresamos nuestros sentimientos y sensaciones. El títere es liberador, es sugestión, “si hacemos que el espectador imagine, hemos ganado la batalla a la tecnología”. Este titiritero nos acerca a la fabricación de marionetas diversas con un simple trozo de cartón: lo simple, es siempre lo mejor.
“No tenemos ritos, tenemos objetos de consumo“, Paco. El teatro es un rito donde nos sanamos y nos educamos todos. Lo que falta es conexión, tiempo, actitud, escucha.
Como CIERRE de estas Jornadas Fernando Cerón los arroja sus conclusiones y dudas. La educación tiene que ser un gozo, el maestro tiene que ir contento con lo que hace. “La educación es el juego de la vida”. Los jóvenes de hoy en día no saben aburrirse y ¿dónde está el lugar de los adolescentes en el teatro? ¿Hasta qué punto es importante la formación y profesionalizad en este medio?
Puesto que vamos a la sociedad de cambio necesitamos que la creatividad esté en el centro de la educación, tenemos que saber crear para sobrevivir. La distribución en compartimentos estancos de las materias del currículo es un error de base, es ignorancia para todos, de esta forma es la propia Ley la que apunta que estemos culturalmente subdesarrollados, PISA no valora el desarrollo integral, no interesa formar ciudadanos abiertos. Si no hay unión no hay educación: la comunicación aporta una red de conocimiento y colaboración.
El títere iguala y favorece la cooperación frente a la competición.
Chiqui arrasa de nuevo: el currículo es conceptual, son contenidos, ¿qué podemos pedir si nos dividieron el contenido de la forma? Sin la forma no hay expresión, no hay creación, no hay contenido. Quedan pocas alternativas antes de destrozar la escuela del siglo XVIII ligada al capitalismo; la materialidad en las manos está cambiando en cascada la educación en casos tan notorios como Finlandia, Corea del Sur, Escocia…Ellos están cambiando las competencias por trabajo de construcción, de carpintería, le dan el lugar que se merece al uso de las manos; debemos romper la escuela
Lo que decía, algo grande entre manos: un tesoro. Estas jornadas han abierto mi mente hacia un nuevo camino. Las bondades del títere son tales que resumo en la mejor herramienta de comunicación que hasta ahora he oído para conectar con los niños y niñas, y eso, son palabras mayores y tocan directamente con lo esencial de la educación. Debemos aproximarnos a los niños con el respeto que se merecen y de la mejor manera que encontremos y esta parece ser una enorme. Por todos los apellidos que ha recibido durante estas líneas la coloco en mi vitrina de sueños para tenerla presente en mi caminar. El títere, es herramienta de comunicación, es conexión (te conecta sin más), es creador de entornos seguros, mediador entre mundos, sanador, es una ventana a los corazones y mentes de los niños, una paradoja entre lo real y lo irreal, una pantalla psicológica donde proyectar las cosas de las que no somos capaces, una conexión directa con la inteligencia de la mano, un “estoy aquí para ti”, un anzuelo para la memoria, un símbolo, el salto de victimas a supervivientes, EL salto, es la materialidad y la forma, un refugio, un camino hacia la identificación, es humor y ritmo, es tono, es un canal seguro lejos de amenaza, el títere te transforma, el títere es construcción, es rito, es sugestión, es liberador. El títere es libertad.
Por Lorena Cámara
Género: Títeres
SANA, SANA I Jornadas Internacionales del Títere: herramienta social para la Salud y la Educación
12-14 sept 2019. Teatro Valle Inclán.
Organizan Centro Dramático Nacional, Dirección General de Salud de Salud Pública, Calidad e Innovación, Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social y Centro del Títere de Tolosa (TOPIC) en colaboración con el Real Patronato sobre Discapacidad y la Federación Española de Municipio y Provincias (FEMP).
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