Por Gerardo Fernández San Emeterio
El espectáculo Girasoles de la compañía TurliTava (Tulumba Teatro en sus producciones infantiles) sorprende por ser enormemente claro en sus propuestas visuales. Desde el comienzo se percibe lo profundamente rodado que está y, como espectador, te permite abandonarte completamente a lo que está sucediendo ante ti.
La selección musical que lo acompaña es excelente, sin ninguna concesión a baraturas y perfectamente integrada con el espectáculo, no solo desde un punto de vista coreográfico y dramático sino a nivel global. La música seleccionada es orquestal del Romanticismo; sin embargo, en un punto hay un giro acertadísimo conducido por las Variaciones Golberg de Bach. Un cambio sorprendente y maravillosamente integrado.
Capítulo aparte merecen las dos actrices, estupendas Patricia Domínguez y Victoria Peinado, que demuestran una enorme versatilidad para adaptarse a lo que va sucediendo durante del espectáculo con su jovencísima audiencia (no olvidemos que es una obra destina a bebés de 0 a 4 años). Versatilidad que fue todavía más puesta aprueba por las dificultades de representación que suma la situación de la COVID. Las actrices tuvieron que mantener las distancias con su público, para garantizar todas las medidas de seguridad, cuando en condiciones normales es un teatro que pedía cercanía y contacto. Incluso el espacio reservado para los más pequeños entre las primeras butacas y el escenario tuvo que quedarse vacío.
Aún así consiguieron transmitir muchísimo y consiguieron que el público al completo estuviéramos pendientes de ellas durante todo el espectáculo. No solo los pequeñísimos espectadores, sino también los adultos.
Por Gerardo Fernández San Emeterio
Vista el 11 de octubre de 2020 en Espacio Plot Point
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