Por Lorena Cámara
Y se apagan las luces. Sobre el negro intenso de la escena, en el centro, se ilumina un mueble. Bien podría pertenecer a cualquier biblioteca antigua, sus libros parecen tener polvo y hay algunos tirados por el suelo, nada más.
Dos figuras negras con cabeza de pájaro se posan. No pueden creer lo que están viendo sus ojos, ¿no habían desaparecido para siempre? ¿Para qué alguien habría de contarles una mentira? Una vez confirmada que la atmósfera es segura y sin gas aniquilador, se descubren los rostros y respiran sin miedo; suena una voz de fondo y los libros comienzan a cobrar vida para dejar volar, entre sus páginas, a sus historias. Incrédulos, comprueban que no se ha perdido la magia, un despliegue de libros de distintos tamaños y formatos dan paso a Mateo, un niño con temores, como todos los niños.
Claudius, el creador de todos los cuentos de la humanidad, vive encerrado en su castillo en lo alto de una montaña, y solo una vez al mes permite que le visiten: es el turno de Mateo; le tiemblan las rodillas al subir. Una careta con barba puntiaguda, le habla de todos los tipos de historias escritas, ellas siempre vuelven, todas excepto una, que nunca lo volvió a hacer. Tras un acuerdo y valentía por parte de Mateo, comienza el viaje para averiguarlo, para ello cuenta con un cuento muy especial, una silla con alas como aliada.
La aventura arranca con ritmo, el escenario se convierte en una película filmada a partir de fotogramas de cuento de gran formato, desplegables; Mateo atraviesa cuentos variados, montañas, desierto, el polo, y conoce a muchos de los personajes que viven en las historias de Claudius. Se dirigen pequeños guiños al público de la sala que en ocasiones responde, un pequeño espectador con gafas se ríe y comenta en alto «es el único que se ha atrevido». Una marioneta, noble y narcisista, tienta a Mateo para quedarse; un cuerpo de dos cabezas gemelas pero opuestas en pensamiento, se apiadará si le cuenta un cuento; una playa y un náufrago le reciben. Entre pliegues de cartón y papel, bellas marionetas de fabricación diversa son movidas con delicadeza y precisión por las manos de dos que fueron pájaros; ellas dan el paso de una temática a otra con fluidez, compás y pasión. Registros de voces nos acompañan, cambios de posición entre manos, coordinación. Hay muchos, muchos cuentos.
Por fin ha llegado al lugar que buscaba. Mateo, rodeado de palmeras, divisa el horizonte del mar, las olas rompen llenas de páginas de libros, el agua desdibuja sus palabras. Sólo entonces cae en la cuenta de la trampa, pero ya es tarde y un náufrago le ha robado su medio de transporte, ahora será él mismo quien se quede encerrado para siempre en esa isla.
Desesperado y sin motivación, siente que todo está perdido y que es el final. Nada puede hacer para solucionar el embrollo. Sin embargo, su cabecita se activa: ¡tiene una idea! Quizá pueda hacer algo, quizá cogiendo un poquito de aquí y otro poquito de allá consiga él fabricar una historia, la suya propia. Entonces el cielo se llena de un gran racimo de globos con agarre para Mateo; ya puede volver a viajavolar. Aterriza junto al árbol rojo de papel, hay un pájaro que le habla, también rojo. Pasión. Conversan. Ahora Mateo confía en sí mismo, en sus capacidades, y en sus ganas de escribir historias y la importancia que esto tiene. Al final el engaño tuvo sus frutos. Ya está listo para volver y caerse una y otra vez hasta que lo consiga porque tiene esperanza. Y lo contará todo en el colegio, a esos compañeros que poco parecen respetarle.
Las hojas del árbol rojo le hacen de cobijo. Sentado sobre la hierba, Mateo sabe qué hacer con todo ese papel en blanco que llevaba en el zurrón para el viejo. Tiene toda la vida por delante.
– “Quítate la máscara. Escucha, y estate atento”.
F I N
Por Lorena Cámara
DATOS TÉCNICOS
Lugar: Centro Cultural Pilar Miró dentro del Festival Titirimadroño
Fecha: Sábado 19 octubre 18:00 h
Edad: Público Familiar a partir de 6 años
Compañía: Claroscvro Teatro(Granada)
Autoría: Julie Vachon y Francisco de Paula Sánchez.
Dirección: Julie Vachon, Francisco de Paula Sánchez y Concha Medina.
Intérpretes: Francisco de Paula Sánchez (Claudius, ogro de dos cabezas, Princesa solterona, sofá, naufrago y pájaro rojo), Julie Vachon (Mateo, silla) , José Manuel Arias (voz en off)
Música: Sileno.
Escenografía, diseño sonoro y de luces, técnica títeres y pop-ups. Producción: Francisco de Paula Sánchez.
Modelado de títeres y dibujos pop-ups: Ibán Sierra Caballero
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