Por Bruno García Tardón
Un actor que engancha, dos brillantes manipuladores, excelente escenografía, luces perfectamente sincronizadas, acertado sonido y un buen guion. Esta es la receta para estar casi una hora creyendo, realmente, contemplar el cuarto de calderas de un viejo barco, manejado por un fogonero y que, a su vez, es acompañado en el interesante y curioso viaje por un misterioso grillo.
¿Y qué puede contemplarse durante el viaje? En palabras de la propia Compañía en su página web: “la historia de cómo se creó Pinocho”. Así es, contemplar el movimiento de los troncos de madera al inicio de la producción es un magnífico preludio de lo que sucederá a continuación, donde algunos de ellos se salvarán de la caldera y serán tallados por Gepetto, el solitario fogonero que sirve de nexo para que la narrativa y el movimiento de objetivos ¿sin vida?, tengan sentido, mucho sentido.
El trabajo del actor merece ser destacado. Es difícil dar vida en una historia a un personaje que no tiene otro interlocutor humano que él mismo y, sin embargo, nos queda una sensación de que han estado sobre las tablas, un capitán de barco, su mujer, un grillo charlatán y Pinocho, entre otros personajes, pues no ha de olvidarse cómo es contada una tierna historia durante un precioso juego de sombras.
Ninguno de los elementos que pueden verse en el escenario al entrar en la sala han de perderlos de vista, tendrán su justificación en algún momento de la representación. Es importante que no dejen las ganas de imaginar y de ilusionarse en casa, pues el trayecto del barco será mucho más intenso y realista cuanto más empeño pongan en el intento, si bien la Compañía gestiona, con éxito, los mimbres para que la satisfacción de los pequeños espectadores (y no tan pequeños) esté garantizada.
En efecto, la manipulación de Pinocho (al que, mágicamente y como no podía ser de otra manera, le crecía la nariz), del grillo, así como de las maderas y todo lo que con ellas se crean, es brillante. Un diez para la manipulación de todo el material. Con franqueza, consiguen un realismo que ayuda a adentrarse con fascinación en la historia. También sucede con la luz y el sonido. Cada vez que se abría la caldera, pensé realmente que salía fuego de ella. Mi más sincera enhorabuena.
Si a todo esto le unimos que, al final del espectáculo, es posible disfrutar con Pinocho de un vibrante encuentro, ahí tienen la guinda a la receta tan bien cocinada por La Tartana.
Por Bruno García Tardón
FICHA ARTÍSTICA (datos obtenidos de la página web de La Tartana)
Idea y creación: La Tartana Teatro
Autores: Juan Muñoz e Inés Maroto
Actor: Esteban Picó
Actores-Manipuladores: Carlos Cazalilla, Edaín Caballero y Gonzalo Muñoz
Diseño de marionetas y Espacio Escénico: Inés Maroto y Juan Muñoz
Música: José Manrique y Gonzalo Muñoz
Diseño Iluminación: Juan Muñoz
Comunicación: Elena Muñoz
Producción: Luis Martínez
Grabación vídeo: La Semilla Audiovisual
Distribución: Proversus
Ayudante de Dirección: Inés Maroto
Dirección: Juan Muñoz
Agradecimientos: Luna Soriano Pérez
FICHA TÉCNICA
Duración: 50 min
Edad recomendada: a partir de 4 años.Vista en el Teatro Fernán Gómez el 21 de diciembre de 2019 a las 19h, dentro del Festival Madrionetas 2019.
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