Por Vanesa Calleja
Lo de las regaderas prometía; esos cachivaches siempre le gustan a los niños, y si además los adultos nos sentíamos identificados con el título, ¡qué más podíamos pedir! Así que allí nos plantamos, en Mesón de Paños número dos, una céntrica calle del Madrid más castizo, en busca de La Cueva de Clan De Bichos. Pero no encontramos ningún teatro, centro cultural o algo parecido a una sala de espectáculos, sino una pequeña puertecita a través de la cual nos llegaba una música muy graciosa y el barullo de la gente que había dentro; parecía que tenían montada una fiesta de las buenas.
Nuestra primera sorpresa fue descubrir, cuando se abrió la puertecita y nos invitaron a entrar, que aquello era realmente… ¡una cueva! con su techo abovedado y sus paredes revestidas de un ladrillo añejo, de las que colgaban regaderas tuneadas con los pelos largos y colores de lo más vistosos. Por un momento me sentí transportada al mundo Fraggel Rock de mi infancia. Los pequeños espectadores ocupaban tímidamente las dos primeras filas de asientos (dos de las cinco o seis que cabían en aquel espacio), entre intrigados y perplejos ante aquel “TEATRO IRREAL”.
Se hizo la oscuridad y empezó la magia. Un desfile de cacharros y personajes de lo más variopintos, nos narraban una historia sencilla y entretenida para todos: unos chorizos habían robado la pasta que mamá olla iba a cocinarle a la pequeña Charlotte, por lo que decidió emprender un viaje alrededor del mundo para recuperar sus preciados ingredientes.
Lo realmente extraordinario del espectáculo es la forma de darle vida a ese sencillo guión: proyecciones que generan la escenografía recreando distintas atmósferas y localizaciones; música y composiciones originales que enganchan al público; secuencias oníricas de teatro negro, con personajes de una belleza fascinante realzada por su luminosidad y color; títeres y objetos que cobran vida a partir de materiales reciclados, como escobas, cepillos, regaderas, incluso personajes insólitos hechos de pan. En resumen, una locura genial para despertar nuestros aletargados sentidos y sumergirnos en la magia de las pequeñas cosas.
Para nuestros pequeños espectadores, de tres y cuatro años, fue una velada fantástica que los tuvo entretenidos hasta la misma salida de la Cueva, después de despedirse y hacerse unas cuantas fotos con las entrañables regaderas (que más de uno agarraba con todas sus fuerzas a ver si había suerte y se la llevaba puesta).
Para los adultos, un placer verlos disfrutar y divertirnos nosotros también con los guiños de humor y la sátira de un teatro que la propia compañía denomina social, comprometido con la sociedad actual y en defensa de los Derechos Humanos, pero aderezado siempre con un humor surrealista y absurdo.
Una experiencia que sin duda repetiremos.
Vanesa Calleja
DATOS TÉCNICOS:
COMO UNA REGADERA
Cueva de Clan de Bichos
C/Mesón de Paños 2, – Madrid
Sábados a las 12 y 18 horas y domingos a las 13 y 17 horas
(Imprescindible reservar en 650866469)
Compañía: Clan de Bichos (Susana Sánchez, Marika Pérez e Ismael Moreno)
Género: títeres, audiovisuales, teatro de objetos y teatro negro.
Rango de Edad: para todos los públicos
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