Por Coral Gil
A finales de septiembre Eva Llergo reflexionaba sobre los numerosos beneficios del teatro en la persona y reivindicaba la presencia en las escuelas de una formación en arte dramático en Lo nuestro es puro teatro.
La suerte me ha llevado, en estos últimos meses, a conocer un colegio en la localidad madrileña de Moralzarzal donde el teatro no solo está presente, sino que es tratado con la importancia que merece, con esa que desde aquí reivindicamos.
A cargo de tan fantástico proyecto está Fani quien no dudó en prestarse para esta entrevista en cuanto se lo mencioné y a quien estoy agradecida por ello además de por la extraordinaria labor que realiza.
Desde el primer instante intuyes que estás ante una de esas personas que transmiten determinación en su mirada, de esas que saben qué persiguen, que tienen claro que quieren que las cosas sucedan y que ponen todo lo que haya que poner de su parte para que así sea. Cuando comienza a hablar te das cuenta de que no sólo no te has equivocado, sino de que hay más, hay pasión por el teatro, consciencia de su gran valor y sobre todo, hay agradecimiento por lo que el teatro ha supuesto en su vida y en su desarrollo personal. ¿No es maravilloso tener a alguien así a cargo de la formación de nuestros pequeños?
E: ¿Por qué es importante para ti la integración del drama en la escuela?
F: Para mí el drama es como la cuarta pata de la escuela. Yo no vengo de la parte pedagógica, vengo del teatro, soy actriz y el teatro ha aportado a nivel personal tantas cosas importantes a mi vida que para mí siempre ha tenido sentido la presencia del teatro en la escuela.
E: ¿En qué consiste el plan de drama dentro del currículo de Primaria del CLDV? ¿Qué valores, habilidades, etc. se persiguen con ello?
F: Bueno, hay dos formas de enfocar la enseñanza del drama. Por una parte hay una vertiente más instrumental como el saber hablar en público, saber controlar tus nervios, la parte más creativa, el aprender a trabajar en equipo, la expresión oral, corporal… Otra vertiente es la educación emocional, que es básica en la formación de los seres humanos y que nadie jamás nos habla de eso en ninguna etapa educativa. Nada sobre cómo gestionar adecuadamente nuestras emociones por ejemplo, algo que en cambio surge diariamente en el ámbito escolar. Así es que durante un tiempo estuve debatiéndome entre estos dos enfoques y finalmente me decanté por el primero porque la educación emocional, cada vez está más presente en el aula, donde profesores y pedagogos diseñan actividades y trabajan con ella a diario. Así es que me desvinculé un poco de eso y de este modo puedo centrarme más en esa otra faceta que contribuye a dotar a los alumnos de habilidades y herramientas que les ayudarán en muchos de los ámbitos de su vida. Porque las matemáticas no me van ayudar a abordar una entrevista de trabajo, ni a relacionarme mejor con los que me rodean, ni a presentar un proyecto… me servirán quizá para elaborarlo, pero ¿a la hora de presentarlo?
E: Pues mira en ese sentido te invito a que leas la entrada de Eva Llergo titulada Lo nuestro es puro teatro porque tiene mucho que ver precisamente con esto de lo que hablas. Cuéntame más sobre el plan. ¿Con qué recursos (materiales, personales, económicos) contáis para llevarlo a cabo?
F: Bueno, ya has visto el aula que tenemos, es extraordinaria, amplia, luminosa… Pues esto es gracias a que el teatro formaba parte del colegio ya desde sus planos de construcción, porque las personas que lo idearon tenían claro que iban a darle importancia a todo lo que es expresión corporal, movimiento, etc.
E: Sí, ya lo creo, y el teatro, enorme y bien dotado. Es envidiable desde luego.
F: Claro, yo tengo compañeros de profesión que dan clase en el aula habitual de los alumnos, apartan las sillas y mesas… ¡no es lo mismo! Porque no se sienten igual, están en el mismo contexto en el que aprenden el resto de materias y el espacio no es el adecuado. Necesitas de un espacio diáfano, que favorezca que se puedan mover libremente, que favorezca que se puedan tirar al suelo sin hacerse daño, que tenga una buena temperatura, un armario para el atrezzo, un aparato de música, los espejos, que a veces nos vienen bien y a veces mal porque a veces se miran demasiado, así es que puede que en un futuro los cubramos. Vamos aprendiendo con la experiencia y mejorando. Por ejemplo, no ponemos reloj para conseguir que se evadan.
E: Entonces, con las instalaciones ideales, ¿el plan se pone en marcha desde el principio?
F: Pues yo realmente no estaba al principio, llegué para una sustitución, pero después esta persona no se reincorporó y me quedé. Yo estaba preparando un proyecto por mi cuenta, pero al llegar y enfrentarme a la realidad, la cosa cambia mucho. De hecho hoy día sigo con la misma batalla de seguir dando forma al programa, porque esto no es como matemáticas o lengua, aquí no tienes unas directrices marcadas por el ministerio que te digan qué camino has de seguir, cuál es el contenido que tengo que dar en 1º en 2º o en 6º de Primaria, no hay unos bloques de contenido ni una rúbrica, ni nada de nada y además yo sola para cuatrocientos y pico alumnos. Han sido un poco duros los inicios, pero bueno, poco a poco y siendo muy positiva voy buscando mis caminitos, probando cosas… hay cosas que pruebo un año y luego me doy cuenta que no van a servir o que no me convencen tanto como creía… y luego también está el que se imparte en inglés que eso también cuesta, porque yo tengo mi nivel, pero el suyo va siendo más alto a medida que van pasando de curso, así es que es un reto. Yo estuve en Londres, pero allá por el 98, tengo facilidad y además me gusta hablarlo, pero siento que debo ir mejorándolo y adaptándolo.
E: ¿En qué curso empiezan los niños a participar en el programa?
F: Pues empezamos con cinco años, y de lo que se trata es de que vayan perdiendo la vergüenza, que no les dé miedo hablar delante de otros compañeros. Esto se hace primero arropado por el grupo en su conjunto, después se forman pequeños grupos, luego en parejas y así hasta que al final se puedan animar a hacerlo ellos solos. Todo va siguiendo una evolución. Hacer una improvisación en 1º a lo mejor solo consiste en imaginar una salida por el campo y ver que nos vamos encontrando. No es lo mismo que en 6º donde ya les doy unos elementos, les dirijo, etc. El temario se va ampliando, por ejemplo, desde que están en 1º hasta 5º participan en una obra de teatro que hacen en 6º, comienzan participando con un baile, así es que tienen que aprender una coreografía y realizarla. Van evolucionando y para cuando llegan a 6º han adquirido un montón de nuevas herramientas relacionadas con el trabajo en equipo, la creatividad, etc., que posibilitan hacer la obra al final, en 6º.
E: ¿Qué herramientas se van a utilizar para su evaluación?
F: Evaluar es muy difícil, me voy haciendo rúbricas de pequeñas cosas. Lo que más se avalúa es la actitud, si son participativos, si tienen iniciativa, etc. Es gratificante, porque hay gente que ya tiene sus herramientas, otros que no, pero los unos las van desarrollando con el tiempo y los otros las van adquiriendo.
E: ¿Qué resultados se observan por ahora?
F: Pues mira, hay casos de alumnos cuyas herramientas eran buenas para desarrollar las matemáticas o las ciencias, pero que en cambio no tenían desarrolladas sus habilidades sociales ni tampoco encontraban en al aula la posibilidad de hacerlo, no encontraban el hueco entre sus compañeros y asistiendo a drama se han venido arriba y no solo les ha influido positivamente en la relación con los demás y en su autoestima, sino que les ha influido en sus resultados académicos. Hay también un caso, por ejemplo, de un alumno que tenía una timidez extrema, es una persona con un intenso mundo interior y que a lo largo de los años se ha revelado como uno de los que más participa, de los más creativos, siempre dentro de su peculiaridad, pero ha conseguido una predisposición al trabajo en equipo increíble. Y bueno, muchos más casos de gente que te sorprende.
E: Me pregunto cómo en un mundo tan competitivo, donde he podido observar que desgraciadamente hay aún un sector grande de la sociedad que sigue pensando en los términos en los que se planteaba la educación en el siglo XIX donde la formación ponía el foco en formar trabajadores y no personas. Me refiero a esos padres a los que lo que les interesa es que sus hijos vayan bien en las asignaturas digamos “útiles” para su futuro laboral. ¿Cuál es la opinión de la comunidad educativa, especialmente padres y madres al respecto? ¿Cómo ven ellos que sus hijos empleen tiempo dentro de su horario escolar en algo como el drama?
F: Bueno, es solo una hora a la semana y teniendo en cuenta que es un colegio concertado hay algunas horas de más que nos dan margen para hacer otras cosas. En general les gusta la idea y a medida que ven el trabajo que hacemos y cómo influye en sus hijos, se sorprenden al verlos sobre el escenario y te lo agradecen y te felicitan. Les siguen importando más las troncales claro, y jamás sustituirían una por otra, pero entienden los beneficios y al final es parte de los extras que tiene el colegio que han elegido para sus hijos.
E: ¿Y entre el resto de los docentes?
F: Pues la mayoría apoya el proyecto, entienden su importancia y piensan que es fundamental que aprendan a expresarse con libertad, sobre todo con sus compañeros, que al final conforman su pequeño mundo. Además hay determinadas competencias de carácter social que si bien, según el Ministerio, la forma de trabajarlas dentro del aula es a través de trabajos cooperativos, desde el drama se llevan desarrollando desde hace muchos años de manera específica, y eso es un gran ventaja.
E: Si pudieses predecir el futuro, ¿Cómo ves la integración del drama en la escuela? ¿Crees que se generalizará?
F: Pues evidentemente el Ministerio no está trabajando en esa dirección. Fíjate que antes había un bachillerato de Artes que se ha eliminado. Sí que creo que al menos las familias están concienciadas con la importancia del inglés, así es que al impartirlo en inglés, al menos tenemos esa baza y además como son dinámicas y juegos, a los padres les parece bien. Ven que están “jugando” en inglés y por lo tanto aprendiendo. Drama en inglés es una de las cosas por las que este colegio se está dando a conocer y por la que otros centros privados y concertados lo están ofertando. Lamentablemente en los públicos creo que seguirá siendo una extraescolar, porque no tienen el apoyo necesario por parte del Ministerio.
E: Y siguiendo con el futuro, ¿Cómo te gustaría que trascendiera en la vida de tus alumnos actuales lo que están aprendiendo hoy en tu aula?
F: Hace tiempo que tengo claro la cantidad de cosas que el teatro ha aportado a mi vida, muchas herramientas para la vida cotidiana, ya sea para abordar una entrevista de trabajo o incluso para el desempeño de mi trabajo porque dar una clase exige muchas veces capacidad de improvisación, de adaptación, de tolerancia, de empatía, y otras cosas como el trabajo en equipo, la responsabilidad, el saber expresarme y vocalizar, el controlar tus nervios, saber exponer un tema, etc. Con que se quedaran con dos o tres habilidades de esas para su vida cotidiana y su relación con su familia, sus amigos o compañeros, me sentiría satisfecha.
E: Pues a mí también me gustaría que te recordasen por ello. Quizá llegue un día en que, o bien ellos mismos o bien alguien, les reconozca lo bien que saben hablar en público o lo bien que trabajan en equipo y piensen que es algo que tuvieron la oportunidad de aprender contigo.
F: Pues la verdad es que prefiero que de lo que se acuerden sea de lo aprendido y del proceso, yo es que soy más de procesos, me gustaría que se acordasen de ¡Ah! esto de proyectar la voz lo hacía yo en clase de drama y se hace así. Pero bueno somos maestros, pero también personas y a veces tenemos química con algunos alumnos, claro, quizá alguno recuerde esa química.
E: Mil gracias por tu tiempo, por tus palabras y por tu trabajo.
F: Nada, ya sabes dónde encontrarme si necesitas más información.
Tras esta conversación con Fani, me permito una pequeña reflexión final:
Ojalá más colegios, más padres, más maestros, se hagan eco de lo que supone para la formación integral de la persona el que las artes en general y el arte dramático en particular sean trabajados desde la perspectiva de ser una pieza más en el proceso.
Ojalá se den cuenta de que una educación que permita y refuerce el contacto con la enseñanza de y desde el arte en todas sus variantes, pueden dotarnos de una gran flexibilidad intelectual y una mejor capacidad para equilibrar e integrar nuestras capacidades, habilidades y competencias de modo que seamos capaces de vivir de una forma más integral nuestras experiencias en cualquier ámbito y área.
Ojalá esta sociedad se dé cuenta un día de que no somos robots programables y que aunque así fuera, cualquier máquina necesita que sus piezas principales sean movidas por otras más pequeñas, por engranajes y minúsculos tornillos que, de faltar en su mecánica, hacen que su funcionamiento no sea el óptimo o que incluso no funcionen.
Es preciso intervenir ya en un sistema educativo que ha demostrado con creces no servir, pero es necesario hacerlo desde una perspectiva holística y global que atienda al ser en toda su complejidad, en todas sus necesidades. Es la única forma de que nuestros pequeños crezcan emocionalmente sanos y que disfruten no solo de la experiencia escolar sino de la experiencia de la vida.
Por Coral Gil
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